Una recopilación de citas republicanas para conmemorar los 150 años de su fallecimiento.
Abraham Lincoln es una figura fundamental de la historia universal. Su lucha política y ética contra la esclavitud, su papel esencial en la victoria de la Unión en la Guerra de Secesión y su trágica muerte a manos de John Wilkes Booth, un actor simpatizante de los secesionistas, lo han convertido en un referente de visión política e integridad moral. Sin embargo, Lincoln destaca también como el más elocuente de los presidentes norteamericanos: parecía tener una opinión formada sobre prácticamente todos los temas importantes de la vida política, social y cultural de su época, y supo resumir en dos magistrales discursos (cortos, concisos y emotivos) el verdadero significado de la guerra civil que desangró el país y cuál debía ser el futuro de la Unión.
Sus reflexiones se centraron en la educación, la familia, el matrimonio, la vida, la muerte, la ley y las figuras políticas y militares contemporáneas. En esta breve recopilación se reúne lo mejor del pensamiento, el ingenio y el humor de un personaje esencial en la construcción de los Estados Unidos.
‘Las malas promesas es mejor romperlas que mantenerlas.’
‘Estoy a favor de dar una oportunidad a los hombres blancos partidarios de la esclavitud para que la prueben por sí mismos.’
About the author
Abraham Lincoln
Nació el 12 de febrero de 1809 en una granja cercana a la población de Hodgenville, estado de Kentucky, en el seno de una familia de pioneros que emigraron desde Virginia. La difícil situación de los pequeños agricultores de la frontera llevó a la familia por gran parte de los Estados Unidos, hasta que terminaron instalándose en el estado de Illinois, donde Lincoln inició una carrera como abogado y político. Sus capacidades como orador y su postura clara en contra de la esclavitud le valieron la nominación como candidato a la presidencia por el Partido Republicano en 1860. A pesar de sus esfuerzos por impedir la secesión, no pudo evitar la guerra, en la que demostró gran liderazgo moral y político, lo que condujo a la victoria de la Unión y a la abolición de la esclavitud en los Estados Unidos. Las tensiones de la guerra y el odio que despertaba su figura en el Sur culminaron con su asesinato el 15 de abril de 1865 en el Teatro Ford de Washington. El actor John Wilkes Booth le disparó un tiro en la nuca. Su cortejo fúnebre se convirtió en una enorme manifestación de apoyo popular.