Las obras de Aristóteles concentran la totalidad de la sabiduría griega de la Antigüedad e inauguran la ciencia y la metafísica occidentales. Filósofo a la par que científico, Aristóteles se interesó tanto por el estudio de la Naturaleza como por la antropología y la conducta de los seres humanos.
Las obras de Aristóteles (Estagira, c. 384 – Eubea, 322 a.C), el discípulo más aventajado de Platón y su gran crítico, concentran la totalidad de la sabiduría griega de la Antigüedad e inauguran la ciencia y la metafísica occidentales. La fuerza de su personalidad impregnará toda la vasta Edad Media hasta la llegada de Descartes y la época moderna. Mente metafísica a la par que científica, el filósofo ateniense se interesó tanto por el estudio de la Naturaleza como por la antropología y la conducta de los seres humanos. Sus obras siguen siendo una guía de sabiduría vital. El espíritu de Aristóteles, fascinado por la inmensa riqueza de la Naturaleza, no se conformó únicamente con investigar los hechos objetivos, ni con la observación de las plantas, los animales y hasta de los cataclismos naturales. El anhelo que lo embargaba lo impulsó a descubrir las causas primeras de las cosas y el escrutinio de la divinidad: Dios, como primero y único motor inmóvil, era la causa final del mundo, y la filosofía, la actividad más noble del ser humano.
Estudio introductorio de Miguel Candel, profesor titular de Historia de la Filosofía Antigua y Medieval en la Universidad de Barcelona. Ha traducido el Órganon y el tratado Acerca del cielo, de Aristóteles. Es autor de El nacimiento de la eternidad, Apuntes de filosofía antigua (2002) y Metafísica de cercanías (2004).
عن المؤلف
ARISTÓTELES (384-322 a. C.) es un gigante del pensamiento occidental. Ha sido un referente a lo largo de los siglos en un gran número de campos del saber: política, ética, lógica, literatura, retórica, biología, meteorología, botánica, etc., y en más de un caso fue él precisamente quien sentó las bases para el desarrollo de estas disciplinas. Nacido en Estagira, viajó a Atenas para ingresar en la Academia platónica, donde permaneció dos décadas. Tras abandonar la ciudad y vivir en Assos y Lesbos, Aristóteles regresó a Atenas y fundó su famoso Liceo, donde culminó gran parte de su obra. Entre las obras más célebres de su Corpus Aristotelicum se cuentan: Física, Acerca del alma, Metafísica, Política, Ética a Nicómaco, Retórica y Poética.