La Autobiografía de Gertrudis Gómez de Avellaneda, es en realidad la primera serie de cartas íntimas dirigidas a Ignacio de Cepeda, abogado y escritor.
Las cartas aquí reunidas empiezan el 23 de julio de 1839 y la última que se conserva es del 26 de marzo de 1854.
En su Autobiografía, Gómez de Avellaneda relata su vida hasta el momento de la redacción, cuando contaba con veinticinco años de edad. La autora expresa su sentimiento amoroso hacia el mencionado Cepeda y, al mismo tiempo, manifiesta su naturaleza como escritora romántica.
Son cartas íntimas dirigidas a un solo destinatario, exigencia que queda patente desde el principio. Avellaneda le implora a su receptor que respete las dos condiciones que manifiesta en su relación epistolar. Primera: «que el fuego devore este papel inmediatamente que sea leído». Segunda: «que nadie más que usted en el mundo tenga noticia de que ha existido».
Sin embargo, una vez fallecido el destinatario, el catedrático onubense Lorenzo Cruz de Fuentes editó en 1907, por mediación de la viuda de Cepeda, María de Córdova y Govantesla, la colección de cartas de la escritora destinadas a la privacidad. Con ello se hace público lo privado.
عن المؤلف
Gertrudis Gómez de Avellaneda (Camagüey, 1814-Madrid, 1873). Cuba. Era hija de un oficial de la marina española y de una cubana. Escribió novelas y dramas y fue actriz. Estudió francés y leyó mucho, sobre todo autores españoles y franceses. Tras una corta estancia en Burdeos, vivió un año en La Coruña y después en Sevilla, donde conoció a Ignacio Cepeda, con quien tuvo un romance. Por esta época ejerció el periodismo y estrenó su primer drama. Su creciente prestigio literario le permitió establecer amistad con Espronceda y Zorrilla. Poco después se casó con Pedro Sabater, quien murió tres meses más tarde. Tras un retiro conventual, la Avellaneda volvió a Madrid y, entre 1846 y 1858, estrenó al menos trece obras dramáticas. Hacia 1853 quiso entrar en la Academia Española, pero se le negó por ser mujer. En 1855 se casó con el coronel Domingo Verdugo, conocida figura política que en 1858 fue víctima de un atentado. Más tarde éste fue nombrado para un cargo oficial en Cuba. Entonces la Avellaneda dirigió en La Habana la revista Álbum cubano de lo bueno y de lo bello (1860). Su marido murió en 1863 y ella se fue a los Estados Unidos. Estuvo en Londres y París y regresó a Madrid en 1864. Durante los cuatro años siguientes vivió en Sevilla. Utilizó el seudónimo de La peregrina.