Robert Barlow fue el alumno y compañero de H. P. Lovecraft más avanzado, con quien compartió un mundo de seres y sucesos extraños.
La noche del océano, por primera vez en español, es una recopilación de relatos y poemas donde nos adentramos en su faceta de contador de cuentos: ficción surrealista de gran calidad dentro del horror cósmico y lo extraño, todo con gran viveza y anticipando los dioses prehispánicos, las selvas y los finales de las civilizaciones que estudiaría más tarde. Disfrútalo en versión epub y en versión libro físico.
قائمة المحتويات
Introducción
Ficción
La muerte del monstruo
Los ojos del dios
La batalla que acabó con el siglo
La taberna inhóspita
Las desgracias de batir mantequilla
Hasta en los mares
El experimento
Cosmos que se derrumban
Una historia poco recordada
La noche del océano
Origen indeterminado
El interrogador
La recompensa del artesano
Los anales de los genios
Regreso al atardecer
Poesía
I. Poemas 1936–1939
II. Poemas para un concurso (1942)
III. Panorama desde la colina (1947)
y poemas misceláneos
عن المؤلف
Robert H. Barlow fue un autor estadounidense, poeta de vanguardia, antropólogo e historiador del México prehispánico.
Tras una infancia triste y solitaria, en junio de 1931 contactó con el escritor H. P. Lovecraft, de quien era un auténtico seguidor. Esta carta fue el principio de una curiosa amistad que cambió la vida de Barlow y también la de Lovecraft.
Lovecraft murió muy pocos años después de conocerse, en 1937, y nombró a Barlow albacea de sus manuscritos, pero otros escritores no lo respetaron y demandaron los papeles, alejándole del mundo literario.
Barlow comenzó un periodo de intensa actividad académica y consiguió una plaza de profesor de antropología en la Universidad de la Ciudad de México.
Parecía que había abandonado la fantasía por la realidad, aunque leyendo sus artículos y sus cuentos, parece que más bien habían llegado a una extraña unión.
A finales de 1950, Robert Howard Barlow, se suicidó dejando una nota escrita en maya.
Vivió el gran sueño de Lovecraft siempre con los pies en la tierra, siempre interesado en la realidad y tomando nota de cómo eran realmente los demás, más que imaginando seres horribles.