En tiempos de política virtual, ni los algoritmos más sofisticados pueden sustituir la vigencia de la política como arte, tragedia o fiasco. En la vida política hay intereses ―espurios o no―, pasión, cálculo, simulación. Así, puede tener la nobleza del ser humano aspirando al bien común o la condición rectilínea de poder por el poder, a costa de todo. Habitualmente, es ambas cosas a la vez y por eso es casi obligado practicarla u observarla con malicia. El escepticismo puede ser un antídoto contra la hipocresía política, como queda reflejado en las citas de Malicia en el país de la política, seleccionadas y presentadas por Valentí Puig. De Cicerón a Walter Lippmann, de Diego de Saavedra Fajardo a Manuel Azaña o de Benjamin Franklin a Charles de Gaulle, protagonistas y espectadores de la historia política han formulado los principios de la malicia política con una lucidez que sigue siendo tan actual como útil. Las breves lecciones compiladas en este libro también sirven de advertencia, aunque casi nunca se tengan en cuenta. Tal vez Alicia lo predijo ya en su país de las maravillas cuando dijo: ‘De nada sirve regresar al ayer, porque entonces era una persona diferente’.
عن المؤلف
VALENTÍ PUIG (1949) ha publicado narraciones, novelas, dietarios, poemas y ensayos literarios o de análisis de la actualidad, tanto en catalán como en castellano. Su libro más reciente es Memoria o caos, una defensa de la memoria como civilización en tiempos relativistas y de corrección política. Como periodista ―corresponsal y comentarista― ha escrito principalmente para ABC, El País o La Vanguardia, intentando considerar el presente desde la perspectiva tan ambivalente de la historia política. Su memoria Dioses de época, sobre el período 1993-2006, ahonda en el tránsito entre dos siglos en los que parece contar más el desorden que el equilibrio. Se trata de escribir para, de una parte, comprender la realidad y por otra celebrarla en todas sus magnitudes.