En el año 1485, una locura de destrucción se extendió por Alemania. El miedo a la magia y la hechicería flotaba en el aire como una nube negra. Por todas partes, el pueblo perturbado percibía brujas y hechiceros, conjuros y males. Las hogueras ardían constantemente, devorando por centenares las víctimas inocentes o culpables que los juicios inicuos entregaban a los verdugos, abriendo un vasto y fértil campo para la perversidad y el odio personal.
Leonor, de deslumbrante belleza y semblante delicado y clásico, es acusada de brujería y condenada a la hoguera, para librarse del tormento mediante un siniestro pacto realizado con el Maestro Leonardo, un misterioso personaje poseedor de enormes poderes.
Naema, la bruja, o la leyenda de la estatua de cera, sobrevive al paso de los siglos y transmite de generación en generación la historia del Maestro Leonardo, de su víctima Leonor, y de la gran victoria obtenida por el bien contra las fuerzas del abismo.