Gerona es la séptima novela de la primera serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
La novela nos relata el segundo sitio de Gerona, en el que la ciudad sufrió un duro asedio por parte de los franceses.
Gabriel de Araceli se encuentra en su regimiento, camino de Cádiz, con su amigo Andrés Marijuán, al que ya hemos conocido en Bailén. Ambos están en el ejército del Centro.
Gabriel comenta que él ha estado en el Sitio de Zaragoza. Andrés le dice que lo de aquel sitio no es nada comparado con el de Gerona. Entonces le cuenta la historia del mismo, pues el propio Andrés estuvo allí.
En esta novela no es Gabriel el narrador, sino que es Andrés quien se hace cargo del relato.
Pérez Galdós dedica algunos capítulos de la novela a relatarnos la ruin manera de actuar del ejército francés con el comandante de la plaza, Álvarez de Castro. Los franceses se saltaron todos los acuerdos de rendición y las maneras de la guerra de entonces.
La narración nos lleva a los umbrales de la degradación humana. Nos invoca sentimientos que son más institivos que el propio honor y amor a la patria.
El relato termina justo en el instante en que Gabriel de Araceli y la condesa Amaranta están a punto de reencontrarse con Inés.
About the author
Benito Pérez Gáldos (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920).
Benito Pérez Gáldos era el menor de los diez hijos de Sebastián Pérez Macías, teniente coronel del Ejército, y María Dolores Galdós Medina, hija de un antiguo secretario de la Inquisición.
Como estudiante de bachiller, en el colegio de San Agustín, Galdós evidenció afición por la música y la pintura. En 1861 escribió sus primeros textos, y un año después inició colaboraciones literarias con el bisemanario El Ómnibus, de Canarias. Al año siguiente se trasladó a la capital española para estudiar derecho en la Universidad de Madrid.
Allí realizó colaboraciones con el semanario La Nación y la Revista del Movimiento Intelectual de Europa, y conoció a Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, el cual le alentó en sus propósitos literarios.
Tras sus viajes a París, en 1867 y 1868 (como corresponsal de la Exposición Universal), Galdós profundizó en la obra de Balzac y tradujo a Dickens (Papeles póstumos del club Pickwick); en Madrid, pudo presenciar la abdicación de Isabel II (1868) y el ascenso del progresista general Prim.
En 1870, tras conocer a Clarín, Galdós escribió sus primeras novelas de influencia romántica y siguió publicando artículos en La Revista de España, en la cual fueron apareciendo después, por entregas, su segunda y tercera novelas. Posteriormente, también publicaría sus relatos en La Ilustración de Madrid.
Siendo ya director de La Revista de España, desde 1872, Galdós pasará los veranos en Santander, donde, ese mismo año, conocerá a Mesonero Romanos, de cuyo contacto obtendrá mucha información para sus Episodios nacionales.
La escena política española era convulsa: asesinado Prim, Amadeo de Saboya subió al poder durante tres años escasos, siendo obligado a abdicar ante la venida de la I República. La situación era propicia para que Galdós se entregara a la escritura de Los Episodios nacionales, que ocupó casi todo su tiempo entre 1873 y 1876, año en que comenzó a escribir sus primeras novelas de trasfondo social.
Tras el golpe de Estado de 1875, el resto de su vida transcurrirá ya bajo la reinstaurada monarquía borbónica de Alfonso XII y, tras su muerte (1885), con la regencia de María Cristina de Habsburgo. Después de 1876, Galdós iría escribiendo su ingente producción simultaneando los Episodios, las novelas, los relatos, el teatro y las crónicas.