‚Mi mayor frustración es no ser un sociópata. Creo que no soy el único. Son las figuras dominantes de la televisión y casi no hay género televisivo que esté a salvo de su presencia. Las series de animación han sentido la fascinación por los padres sociópatas (con grados distintos de cordura) desde el mismo día en que los creadores de Los Simpson se percataron de que Homer era un protagonista más interesante que Bart.
En una demostración de que los dibujos para el público infantil también pueden ser vehículos del mal radical, Eric Cartman, personaje de South Park, lleva más de una década escupiendo invectivas racistas y tramando maldades. En el otro extremo del abanico, los buques insignia de los dramas que la televisión por cable ofrece a un público con veleidades intelectuales han sido casi sin excepción sociópatas de toda clase: el mafioso Tony Soprano de Los Soprano, los gánsteres Stringer Bell y Marlo de The Wire, el seductor impostor Don Draper de Mad Men, por no hablar del asesino en serie que da nombre a Dexter‘.
Über den Autor
Adam Kotsko es un escritor estadounidense especializado en los campos de la cultura popular y la teología política. Es profesor del Shimer College de Chicago y ha publicado, además de numerosas traducciones, trabajos de análisis sobre Slavoj Zizek y Giorgio Agamben. Anteriormente ha publicado un ensayo sobre la extrañeza y la zozobra propia del mundo posmoderno, Awkwardness.