Miré hacia abajo, al papel que todavía rozaba la punta de mi zapato. Lo recogí y le di la vuelta para verlo. Una chica recostada en un banco, dibujada de forma tosca con garabatos de tinta.
Una sensación de angustia comenzó a revolverme el estómago, como si estuviese mareada.
De pronto, la chica del dibujo giró la cabeza y sus ojos de tinta me miraron fijamente.
La tinta está en su sangre y con el amor, cobra vida.
Después de una tragedia familiar, lo último que quiere Katie Green es mudarse a Japón con su tía, pero no le queda otra opción que aprender el idioma y adaptarse a las costumbres japonesas.
Cuando conoce a Tomohiro, un maestro del kendo, se siente inmediatamente intrigada por él, pero a la vez asustada, porque cuando están juntos ocurren fenómenos extraños: los bolígrafos explotan, surgen gotas de tinta de la nada y los dibujos cobran vida. Katie no sabe que Tomohiro está emparentado con los antiguos dioses del Japón y tiene habilidades especiales. Habilidades cuyo control pierde cuando está junto a ella.
Hay personas interesadas en utilizar el don de Tomohiro para sus propios fines y están empezando a hacer preguntas. Katie nunca quiso mudarse a Japón, ahora quizá no salga de allí con vida.
Über den Autor
Amanda Sun creció en Deep River, Canadá, un pequeño pueblo rodeado de bosques donde la vida se centra en saber qué hacer si ves a un oso o a una mofeta. Empezó a leer novelas de fantasía a los 4 años y a escribir en cuanto pudo sostener un lápiz.
Amanda habla varios idiomas y podría escribir tu nombre en jeroglíficos si se lo pidieras. Estudió arqueología pero finalmente no se dedicó a ello porque tenía miedo a las arañas y prefirió desenterrar historias fascinantes a salvo desde su comedor. Ahora vive en Toronto con su familia. Cuando no escribe, a Amanda le gusta tejer, los juegos y disfrazarse.
Tinta, su primera novela y primer volumen de la saga Los dioses de papel, está inspirada en el tiempo que pasó en Japón.