Manuel Sacristán realizó en esta Antología una selección de los más destacados e importantes textos que conforman el corpus gramsciano desde los primeros años formativos de Antonio Gramsci hasta su propia muerte en 1937. Para la construcción de esta obra, Sacristán, posiblemente el más destacado intelectual español de izquierdas de la segunda mitad del siglo XX, sigue dos reglas: primera, no separar completamente los textos ‚personales‘ de Gramsci de los textos públicos, sino considerar que la cronología es más fuerte razón de homogeneidad que el género literario; y segunda, acentuar la temática en la que se realiza la unidad de la ‚obra‘, que no es otra que la literatura política.
Figura imprescindible del pensamiento marxista occidental, Antonio Gramsci influyó de manera determinante en la práctica totalidad del pensamiento crítico del siglo XX e de inicios del XXI. En Gramsci confluyen el filósofo y el periodista, el historiador y el político, el crítico literario y el crítico de cultura; con los criterios seguidos en esta antología se aspira a mostrar la fusión del pensamiento filosófico-político y la práctica política y cultural; la riqueza y la tensión con que Gramsci configuró un tipo nuevo de intelectual.
Über den Autor
Antonio Gramsci (1891-1937) estudió en la Universidad de Turín. En 1913 se afilió al Partido Socialista Italiano. Al final de la guerra, sus lecturas de Marx, Engels y Lenin lo impulsaron a rechazar el idealismo filosófico. En 1919 fundó el periódico Ordine Nuevo, dirigido al proletariado italiano. Ante la disyuntiva planteada por el curso que tomaba la Revolución rusa, Gramsci optó por adherirse a la línea comunista y, en 1921, se escindió con el grupo que fundó el Partido Comunista Italiano. Integró el Comité Central, al que también representó en Moscú en el seno de la Tercera Internacional (1922), y en 1924 creó un órgano de prensa oficial (L’Unità) y fue diputado. Cuando en 1925 Mussolini anunció su propia dictadura, Gramsci pasó a la clandestinidad y fue arrestado en 1926 y después de once años de malos tratos y confinamiento, murió en 1937. En esas condiciones, sin embargo, Gramsci fue capaz de producir una gran obra escrita (los treinta y cuatro Cuadernos de la cárcel) que contiene una revisión historicista del pensamiento de Marx, tendente a modernizar el legado comunista para adaptarlo a las condiciones de Italia y de la Europa del siglo XX.