Zaragoza es la sexta novela de la primera serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
Esta épica narración recrea el episodio histórico de los Sitios de Zaragoza, en concreto el segundo de los asedios.
Prisionero de los franceses al final del episodio anterior (Napoleón en Chamartín), el protagonista Gabriel de Araceli se fuga y se dirige a Zaragoza para incorporarse al ejército que se está organizando con fuerzas diversas.
El destino lo lleva a ser uno de los valerosos defensores de la ciudad en el segundo y más fuerte de los sitios. La plaza era clave para garantizar las comunicaciones del noreste y el abastecimiento de las tropas en Cataluña, así como para controlar Aragón.
Por ello, tras la sublevación de la ciudad a causa de los sucesos del 2 de mayo de 1808, se envió a un ejército a restablecer el control de la ciudad. Aunque las tropas francesas eran superiores en número y armamento, la ciudad resistió.
Sin embargo, a finales de año, los franceses regresaron en mayor número, reanudándose el sitio, hasta que la ciudad capituló finalmente el 21 de febrero de 1809..
La terrible experiencia de la guerra se entremezcla con las historias de otros personajes ficticios (Agustín de Montoria y Mariquilla Candiola, por ejemplo) y reales (Palafox, Saint March, O’Neille, Butron, Renovales…).
Über den Autor
Benito Pérez Gáldos (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920).
Benito Pérez Gáldos era el menor de los diez hijos de Sebastián Pérez Macías, teniente coronel del Ejército, y María Dolores Galdós Medina, hija de un antiguo secretario de la Inquisición.
Como estudiante de bachiller, en el colegio de San Agustín, Galdós evidenció afición por la música y la pintura. En 1861 escribió sus primeros textos, y un año después inició colaboraciones literarias con el bisemanario El Ómnibus, de Canarias. Al año siguiente se trasladó a la capital española para estudiar derecho en la Universidad de Madrid.
Allí realizó colaboraciones con el semanario La Nación y la Revista del Movimiento Intelectual de Europa, y conoció a Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, el cual le alentó en sus propósitos literarios.
Tras sus viajes a París, en 1867 y 1868 (como corresponsal de la Exposición Universal), Galdós profundizó en la obra de Balzac y tradujo a Dickens (Papeles póstumos del club Pickwick); en Madrid, pudo presenciar la abdicación de Isabel II (1868) y el ascenso del progresista general Prim.
En 1870, tras conocer a Clarín, Galdós escribió sus primeras novelas de influencia romántica y siguió publicando artículos en La Revista de España, en la cual fueron apareciendo después, por entregas, su segunda y tercera novelas. Posteriormente, también publicaría sus relatos en La Ilustración de Madrid.
Siendo ya director de La Revista de España, desde 1872, Galdós pasará los veranos en Santander, donde, ese mismo año, conocerá a Mesonero Romanos, de cuyo contacto obtendrá mucha información para sus Episodios nacionales.
La escena política española era convulsa: asesinado Prim, Amadeo de Saboya subió al poder durante tres años escasos, siendo obligado a abdicar ante la venida de la I República. La situación era propicia para que Galdós se entregara a la escritura de Los Episodios nacionales, que ocupó casi todo su tiempo entre 1873 y 1876, año en que comenzó a escribir sus primeras novelas de trasfondo social.
Tras el golpe de Estado de 1875, el resto de su vida transcurrirá ya bajo la reinstaurada monarquía borbónica de Alfonso XII y, tras su muerte (1885), con la regencia de María Cristina de Habsburgo. Después de 1876, Galdós iría escribiendo su ingente producción simultaneando los Episodios, las novelas, los relatos, el teatro y las crónicas.