Del prólogo de Germán Gullón: ‚La literatura de viajes de Benito Pérez Galdós representa las sensaciones del viajero y las ideas sobre lo visto, mezclado con sus percepciones individuales, en una prosa de carácter impresionista. El viaje, hecho cada vez en medios de locomoción más veloces, exigía una innovadora forma de expresar el paso de las imágenes, del paisaje visto a través de una ventanilla, del tren o del automóvil.
‚Los textos recogidos en este volumen merecen ser leídos para complementar sus novelas y para entender los gustos y observaciones personales de este hombre tan enigmático y reservado, un gran observador de la vida. No son relatos de turista sino de auténtico viajero, del hombre paciente que sabe encontrar matices y diferencias y quiere conocer las costumbres de los sitios visitados. Sus apreciaciones sobre las culturas extranjeras y sobre lo foráneo incluidas en sus obras de creación afianzaron en España el gusto por el arte contemporáneo extranjero e impulsaron el valor del arte y de la artesanía patria.
‚Sus viajes por España y al extranjero fueron muy numerosos, llevándole por Inglaterra, Francia e Italia, Dinamarca, Holanda, Portugal, Suiza y Alemania, con amigos como Pereda o Alcalá Galiano, o con la condesa Pardo Bazán.
‚La literatura de viajes de Galdós no ha sido tratada con el cuidado que se merece, y este libro sale con la intención de rescatar textos importantes. Los viajes aquí contados vienen a constatar que, a diferencia de la fama que le atribuye la ignorancia, fue un escritor cosmopolita‘.
Über den Autor
Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920), uno de los mayores escritores de la historia de la literatura española y máximo exponente del realismo, fue también periodista, editor, y político.
Empezó su carrera literaria en el periódico El Ómnibus, con crónicas de la actualidad insular en las que ya destacaban algunos de los rasgos de su obra como la ironía y el sentido del humor. En 1863 hizo su traslado a Madrid para estudiar derecho y se incorporó a la vida literaria y política, siendo partícipe de apasionantes momentos históricos de España.
Estas experiencias las plasma en una obra narrativa y dramática extraordinaria entre la que destacan Fortunata y Jacinta, La desheredada o Tristana, y concibe entonces la idea de escribir una amplia serie de novelas que narren la peripecia histórica española en el siglo XIX desde Trafalgar hasta sus días, lo que se convierte en uno de los mayores hallazgos literarios de la literatura en español, los Episodios nacionales.
Su afán por comprender el mundo en el que vive hace de él un viajero infatigable por España y Europa, lo que reforzó su preocupación por la modernización de España y su compromiso político, integrándose primero en el Partido Progresista de Sagasta y después en el Partido Republicano. Fue elegido diputado en varias ocasiones.
En 1897 ingresó en la Real Academia de la Lengua y posteriormente fue propuesto al Nobel de Literatura.
Al final de su vida, viviendo patentes apuros económicos, quedó ciego pero continuó publicando algunas obras dictándolas.