Las narraciones que forman el repertorio de Cuentos trágicos (1912) muestran, por un lado, crímenes, robos, asesinatos o trampas mortales, y, por otro, el interés de Pardo Bazán por el misterio y el suspense, con los que la escritora provoca en sus cuentos una inquietud tremenda en el lector, anunciando además en muchos de ellos una muerte trágica final.
No es sorprendente que la autora gallega opte por reflejar un mundo misterioso, enigmático y mágico. Ese interés se relaciona, por un lado, con su preocupación por la psicología (ciencia que cobra especial importancia a finales del siglo XIX), y que en la escritura de doña Emilia se refleja principalmente desde 1890 y, por otro, con la percepción de los nuevos problemas sociales, que conllevan por ejemplo a la creación de las secciones criminales de la policía. Resulta imprescindible referir de qué manera Pardo Bazán empezó a cultivar el género policiaco, en estos Cuentos trágicos, así como sus opiniones sobre este nuevo género narrativo que nació a mediados del siglo XIX.
Über den Autor
Emilia Pardo Bazán (1851-1921). España.
Nació el 16 de septiembre en A Coruña. Hija de los condes de Pardo Bazán, título que heredó en 1890. En su adolescencia escribió algunos versos y los publicó en el Almanaque de Soto Freire.
En 1868 contrajo matrimonio con José Quiroga, vivió en Madrid y viajó por Francia, Italia, Suiza, Inglaterra y Austria; sus experiencias e impresiones quedaron reflejadas en libros como Al pie de la torre Eiffel (1889), Por Francia y por Alemania (1889) o Por la Europa católica (1905).
En 1876 Emilia editó su primer libro, Estudio crítico de Feijoo, y una colección de poemas, Jaime, con motivo del nacimiento de su primer hijo. Pascual López, su primera novela, se publicó en 1879 y en 1881 apareció Viaje de novios, la primera novela naturalista española. Entre 1831 y 1893 editó la revista Nuevo Teatro Crítico y en 1896 conoció a Émile Zola, Alphonse Daudet y los hermanos Goncourt. Además tuvo una importante actividad política como consejera de Instrucción Pública y activista feminista.
Desde 1916 hasta su muerte el 12 de mayo de 1921, fue profesora de Literaturas románicas en la Universidad de Madrid.