La protestación de la fe es un auto sacramental de Pedro Calderón de la Barca. La obra (1656) dramatiza la conversión al catolicismo de la reina Cristina de Suecia, quien abjuró el protestantismo en Roma en diciembre de 1655.
La protestación de la fe consta de tres etapas clave, que recalcan los tres momentos de la celebración alegórica de una cena universal.
La primera etapa se sitúa a nivel exclusivamente alegórico. Enfrenta en Roma a la figura de la Herejía con Sabiduría, quien manda a sus damas (Religión, Fe, Oración y Penitencia) que conviden al banquete universal a los cuatro continentes.
La segunda etapa se plasma primero a un nivel histórico, escenificando al personaje de Cristina de Suecia en su corte.
La tercera y última etapa de La protestación de la fe sigue mezclando estos dos niveles. Representar la abjuración pública de la reina en Roma como un acto preliminar a la gran cena eucarística, cuya celebración clausura el drama.
Über den Autor
Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681) Calderón de la Barca nació el 17 de enero de 1600, en Madrid, como segundo de cinco hermanos, en el seno de una familia de mediana hidalguía procedente de las montañas cántabras. Su padre fue escribano del Consejo y Contaduría Mayor de Hacienda. La madre murió en 1610 y el padre en 1615. Al parecer, su padre había dejado como voluntad y requisito para que Pedro y sus hermanos heredaran el que siguieran las carreras que él había marcado; a Calderón le estaba destinada la de sacerdote.
Al igual que Lope de Vega, Quevedo y otros literatos, Calderón cursó estudios en el madrileño colegio Imperial de los jesuitas (hasta 1613), y los continuó en las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca (hasta 1620), donde, quizá por la exigencia paterna, estudió teología, pero también lógica, retórica, historia y derecho natural y político. Su bagaje cultural era muy amplio, tocado por la escolástica y las ideas existencialistas agustinianas.
Calderón vivió tres reinados (con Felipe III, Felipe IV y Carlos II) durante los cuales se fue desintegrando el poder español y el país quedó cada vez más aislado del escenario internacional, sobre todo a partir de la pérdida de Flandes por la paz de Westfalia, en 1648. Pero no fue tanto así en la creación literaria, ya que Calderón vivió de lleno el Siglo de Oro español, tan prolífico y rico en cuanto a las artes.
Hacia 1620, los hermanos Calderón debieron resolver un litigio relativo a la herencia con la segunda mujer de su padre. Ese mismo año, Calderón de la Barca abandonaría los estudios religiosos e iniciaría sus primeras tentativas literarias con la poesía. Así, participó como poeta en varios certámenes y justas, pero pronto descubriría su atracción por la ‚comedia nueva‘ de Lope de Vega, quien debió despertar su fascinación por el teatro.
Calderón desarrollaría la mitad de su producción paralelamente al ascenso del valido conde-duque de Olivares (entre 1621 y 1643), protector de artistas y literatos. Su bautismo teatral se produce, en 1623, con la obra Amor, honor y poder.
Calderón realizará algunos viajes por Flandes e Italia, entre 1623 y 1625, como secretario del duque de Frías. Después, será asiduo escritor de obras para la Corte y para los corrales de comedias. Su prestigio en la Corte fue aumentando, y Felipe IV le otorgó el ingreso como caballero de la orden de Santiago, hacia 1637. También debió vivir algunos episodios oscuros, como una acusación por violar, junto a su hermano, la clausura de un convento de trinitarias, tema del que no se sabe a ciencia cierta la verdad. Por otro lado, su buena relación con Lope de Vega debió enfriarse hacia 1629, aunque tampoco hay datos fiables sobre los motivos. Se habla de un extraño incidente: un hermano de Calderón fue agredido y, éste al perseguir al atacante, entró en un convento donde vivía como monja la hija de Lope.