«Mi Sur es la zona baja de Alabama, frondosa, verde y llena de muerte, los condados boscosos que se extienden entre los ríos Alabama y Tombigbee», donde las emociones corren con la misma crudeza que el alcohol de destilación ilegal. Diez relatos sobrios y potentes en los que el autor evoca un paisaje de bosques y pantanos, cazadores y pescadores, furtivos y borrachos, parques de caravanas y basura blanca pobre. Personajes perdidos que reaccionan con violencia frente a un mundo agonizante de cuya gravedad no pueden escapar.
«Con esta colección de maridos lamentables, colegas inútiles y matrimonios desgastados, es como si el autor hubiese secuestrado a los personajes de Raymond Carver y los hubiese dejado a su suerte en el Sur Profundo.»
New York Times Book Review
«Gracias a Dios los sureños siguen escribiendo como sureños; ángeles caídos que actualizan las viejas y oscuras costumbres. Franklin es el más reciente de la camada, y uno de los mejores.»
Bob Shacochis
«Los cuentos de Franklin me gustan tanto como la música de Lucinda Williams. Se desarrollan en el Sur, por supuesto, pero componen una nueva canción para el Sur. Poseen una ternura inherente, aunque sean bruscos y duros.»
Richard Ford
«La fuerza de Franklin me tiene impresionado. El poder evocador de su prosa y la implacabilidad de su imaginación me recuerdan a William Faulkner. Su autoridad al representar el mundo natural es deslumbrante.»
Philip Roth
«Furtivos es como una mano que surge del pantano verdoso en una noche sin luna y te tira de la canoa.»
Tampa Tribune
Über den Autor
Tom Franklin (1963) nació y se crió en Dickinson, una comunidad no incorporada del condado de Clarke, en la zona central del sur de Alabama, no muy lejos de Monroeville, hogar de Harper Lee. Alguien le dijo una vez que un pueblo es donde para el tren. En Dickinson no paraba. Apenas 300 habitantes y dos iglesias baptistas, una para negros y otra para blancos. Muchos rifles y cazadores furtivos. Mal sitio si no te gusta matar. Algo parecido al villorrio de Faulkner. Infancia de jugar en la espesura y tratar de huir con la imaginación de las cosas que sangran: cómics de Marvel y DC. Espacio: 1999 y Galáctica Estrella de Combate. Edgar Rice Burroughs y Conan el Bárbaro. Familia muy devota, pentecostales que manifiestan su fe con curaciones milagrosas y hablando en lenguas desconocidas, «todo menos la manipulación de serpientes». Franklin recuerda que para protegerse del pecado, tuvo que arrojar a las llamas su preciada colección de libros de Tarzán.
En el colegio y en el instituto, malas notas. Pésimo en álgebra. Stephen King. Luego trabajos duros. Operador de maquinaria pesada en una fábrica de arena. Inspector de residuos tóxicos en una planta química. «Trabajar años como una mula para dueños millonarios de fábricas en Detroit, mal pagado, sudando, respirando polvo de sílice, junto a hombres de espaldas arruinadas que heredaron el trabajo de sus padres y que jamás consideraron la posibilidad de ir a la universidad, hombres muy dados al insulto racista». De noche empleado en el depósito de cadáveres de un hospital, de día asistiendo a clases de escritura creativa en la Universidad del Sur de Alabama. En 1998 conoce a su esposa, la poeta Beth Ann Fennelly. Al año siguiente gana el prestigioso premio Edgar Award por el relato «Furtivos» y publica su primer libro. James Franco ha comprado los derechos para adaptar al cine tres de sus obras. El tren sigue sin parar en Dickinson.