Internet domina el mundo, ¿Qué opinaría de la realidad de nuestro mundo, si le dijéramos que todo está controlado por una única empresa? Solo algunos, se cuestionan lo que es para millones de personas una realidad. Los últimos libres…
Este libro es un Tecno-thriller situado en un futuro cercano, narra la historia de una pareja de hackers en una sociedad donde Internet ya no es libre y las grandes corporaciones con la colaboración de las entidades de gestión de patentes digitales han asumido el control real, tanto del mundo físico como del virtual.
Es accesible a todo tipo de lectores, tanto si te interesa o no la tecnología, pues la tecnología ya forma parte de nuestras vidas, más de lo que somos capaces de reconocer.
Bienvenido al futuro, Internet ya no es libre, usted tampoco.
El sistema ya no disimula, las corporaciones gobiernan el mundo y la Organización Mundial del Comercio es su brazo ejecutor.
Su vida ya no le pertenece, sus derechos son historia. Nadie está a salvo, los agentes de las grandes empresas intentarán eliminarle si usted intenta salirse del destino preestablecido.
Viviendo al margen del sistema Casandra y Darío, hijos de dos científicos a los que asesinaron para robarles sus adelantos en tecnología informática, junto a un grupo de personas anónimas intentan detener la oleada de muertes a nivel planetario que parecen relacionadas con la utilización de los sistemas de ocio digital y que nadie más esta interesado en contener.
Bienvenido a la realidad del mundo digital, algo aterrador para el ser humano, si cae en malas manos..
Über den Autor
Víctor M. Valenzuela
Víctor se considera ciudadano del mundo. Nació en Sevilla, pasó parte de su infancia en Barcelona, adolescencia y juventud en São Paulo, hasta que aterrizó en Madrid después de estar trabajando en 7 países distintos.
Ingeniero industrial por estudios, ingeniero de software de profesión. Autodidacta por supuesto, pues los ordenadores de hoy están a años luz de aquellos con que comenzó su singladura. Es firme defensor de la libertad de las ideas y la información, pues creé que sin eso las personas jamás serán verdaderamente libres. Partidario de la protección del medio ambiente y de las energías limpias.
Lector voraz, en parte disposición y en gran parte genético, siempre tuvo un impulso latente de escribir hasta que en algún momento esta inspiración alcanzó masa crítica y se estableció una especie de conexión neural entre su cerebro y su fiel teclado. Fue así como empezó a escribir algo distinto a líneas de código, rutinas cripticas y planes de proyecto.