En la larga vida del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal (1925-2020) cupieron varias vocaciones que le ayudaron a templar su ideario de cómo la acción del espíritu cambia el mundo. Luce López Baralt afirma que es ‘uno de los más altos poetas contemporáneos de la lengua española, un místico que se hizo revolucionario por amor al Reino’, también escultor, sacerdote de la teología de la liberación—suspendido por Juan Pablo II y rehabilitado por el papa Francisco—, ministro de Cultura sandinista y fundador de una comunidad contemplativa en la isla de Solentiname que acogía a pobres.
La obra de Cardenal está llena de amor al ser humano, por eso recuperamos en su centenario estas Prosas dispersas, la mayoría inéditas. A través de breves ensayos, crónicas y textos autobiográficos profundizamos en la relación de ciencia y espíritu; lo místico y lo cósmico, maestros como Lao Tse, Heráclito o su mentor Thomas Merton; poetas como Rubén Darío o Neruda y pasajes que evocan la utopía de Solentiname.
El libro incluye un código QR que permite acceder a pódcast del artista Niño de Elche versionando musicalmente textos de Cardenal, además de entrevistas.
Table of Content
Luce López-Baralt, ‘Vida perdida y ganada en el amor’
Juan Carlos Moreno-Arrones Delgado, ‘Obra principal cardenaliana’
ESPIRITUALIDAD
Vida en el amor (fragmento)
Mi dirección espiritual con Thomas Merton
Lao-Tse, profeta de Cristo
Reinterpretación de la filosofia griega
Heráclito luminoso
Sermón y misa por Fernando Gordillo
Somos polvo de estrellas
Este mundo y otro
La revolución hoy y mañana
En tu luz veremos la luz
Evolución y revolución
ARTE Y LITERATURA
La poesía nica
‘Barro en la sangre’, de Fernando Filva
Azarías H. Pallais
Alfonso Cortés, poeta loco
El Güegüense
El paisano inevitable
El Darío difícil
Darío y Martínez Rivas
Nicaragua y Chile: Darío y Neruda
El suicidio de Haydée Santamaría
Recuerdo de un paseo con el poeta Benedetti en La Habana
Poesía y compromiso
Joaquín Pasos
José Coronel Urtecho
La lengua española
La utopía de América
Mercedes Graham
Cultura y revolución
Recordando al pintor Armando Morales
Cintio y Fina en su isla infinita
Poesía de los Estados Unidos
Pintura primitivista
Unas reglas para escribir poesía
Nace nuevamente la poesía en Solentiname
ECOLOGÍA
En defensa de la Tierra
En defensa de los indios
DISERTACIONES
Encuentro de ‘Escritores por la Tierra’
Un homenaje en Zacatecas
Poesía de la revolución
Los prodigios de Dienmar Schönherr
Hermann Schulz
Vénganos la República de los Cielos a la Tierra
200 millones de dólares para la poesía
Discurso al recibir el premio Neruda
MISCELÁNEA
Entrada a la Trapa
Desembarco en Solentiname
Taller de poesía de niños con cáncer
Mi isla de Solentiname
Ya nadie sabe hablar sumerio
EL SUECO (cuento)
About the author
Ernesto Cardenal nace el 20 de enero de 1925 en Granada (Nicaragua). Se forma en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Universidad de Columbia. También estuvo becado en Madrid, aunque no asistía a clase y llevaba una vida bohemia. De regreso a Nicaragua participa en la revuelta en contra de Somoza en abril de 1954. Surge así su compromiso social.
Un desengaño amoroso le conduce a un cambio radical de vida y decide hacerse trapense. Pasa dos años en la Trapa de Kentucky bajo la dirección espiritual de Thomas Merton, pero abandona el monasterio en 1959 debido a problemas de salud. Comienza entonces su formación teológica en Cuernavaca y sus estudios sacerdotales en Antioquía (Colombia). Se ordena sacerdote en 1965.
Después de su periodo de contemplación, tanto Merton como Cardenal sienten la necesidad de ayudar a los más necesitados en sus países. Cardenal funda en 1966 la comunidad contemplativa de Nuestra Señora de Solentiname. Allí abole las normas monásticas tradicionales y convierte esta comunidad en un espacio abierto a los artistas y las parejas casadas. Su escuela de artesanía primitiva se haría célebre antes de su destrucción por las tropas de Somoza. Él mismo fue un escultor que exhibió sus obras en varias galerías internacionales. Es en esta comunidad religiosa donde comienza la radicalización política de Cardenal influido por la lectura de los Evangelios. Viaja a Cuba en 1970 y se declara marxista-cristiano.
Tras el triunfo de la revolución sandinista en 1979 es nombrado ministro de Cultura de Nicaragua. Siendo ministro es increpado públicamente por el papa Juan Pablo II por formar parte de un gobierno socialista y es finalmente suspendido a divinis del ejercicio del sacerdocio. En 2014 el papa Francisco le levantó el castigo eclesiástico.
Una vez que abandona la actividad política, viaja incansablemente y se dedica a la escritura. Crea talleres de poesía para niños con cáncer en Managua.
Muere en esta ciudad el 1 de marzo de 2020.