La premio nobel Herta Müller relata, en una lúcida conversación con Angelika Klammer, la historia de su vida desde su infancia en Rumanía hasta la actualidad.
«Me siento (una vez más) como si me estuviera viendo desde fuera». Así comenzaba Herta Müller su discurso tras la concesión del Premio Nobel. En una interesante conversación con Angelika Klammer habla de su trayectoria, desde su infancia en un pequeño pueblo rural del Bánato suabo hasta convertirse en la escritora mundialmente famosa que recibió en Estocolmo el premio literario más importante.
En Mi patria era una semilla de manzana la autora reflexiona sobre su adolescencia y juventud en la ciudad rumana de Timisoara y el despertar de la conciencia política, sus primeros contactos con la literatura, los conflictos con el régimen comunista y la construcción de un camino propio a través de la escritura; también detalla por primera vez lo que la llevó a escribir y aquello que ha determinado su obra. Por otra parte, su descripción de la llegada a un nuevo país introduce una mirada distinta sobre la Alemania de los años ochenta y noventa, así como sobre la sociedad en que vivimos hoy.
Sobre el autor
Herta Müller (Nitzkydorf, 1953), descendiente de suabos emigrados a Rumanía, es uno de los valores más sólidos de la literatura rumana en lengua alemana. Estudió Filología Germánica y Románica en la Universidad de Timisoara y se vio obligada a salir del país por su relevante papel en la defensa de los derechos de la minoría alemana. Desde 1987 vive en Berlín. Herta Müller, Premio Nobel de Literatura 2009, ha sido galardonada también con los premios Aspekte (1984), Ricarda Huch (1987), Roswitha von Gandersheim (1990), Franz Kafka (1999) y Würth (2006), entre otros.