Las cicatrices no estaban sólo en su cuerpo, sino en su alma…
Isobel conoció al brasileño Alejandro Cabral en una fiesta en Londres. Tras una noche con él, se quedó embarazada y tuvo una hija, Emma.
Tres años más tarde, tras recuperarse de un grave accidente de coche y quedarse viudo, Alejandro se enteró de que Isobel tenía una hija y decidió buscarla de nuevo. Para ello urdió un plan para atraerla hasta Brasil…
Sobre el autor
Siempre he querido escribir, aunque eso no quiere decir que quisiera dedicarme a ello de manera profesional. De hecho, durante muchos años escribí sólo como hobby, hasta que mi marido me sugirió que enviara una de mis historias a una editorial; así que un día metimos varios nombres de editoriales en un sombrero y sacamos uno al azar. Como se suele decir, el resto ya es historia. Y ahora, 140 libros después, estoy anonadada con todo lo que ha ocurrido.
Llevo toda la vida escribiendo y mis historias han ido cambiando desde las aventuras de niños que escribía durante la infancia, hasta las pasiones desgarradas de la adolescencia, que mi madre solía recoger de mi habitación cuando ésta estaba muy desordenada y después tiraba a la basura. El problema era que yo tenía la manía de no terminar los relatos;
Caroline, el primer libro que me publicaron, fue también la primera historia que completé. Entonces llevaba muy poco tiempo casada y mi hija era todavía un bebé, así que me resultaba muy difícil hacerme cargo de la casa y escribir las ideas que tenía en cuanto disponía de un rato libre. Ya ves que no era muy profesional, pero así fue como sucedió.
Ahora tengo dos hijos ya adultos, un chico y una chica y dos nietos maravillosos, Abigail y Ben, que tienen seis y cuatro años respectivamente.
Escribir y leer…
¿Qué es lo que más te gusta de ser escritora?
Disfruto escribiendo y además me permite tener mucha independencia. Es un trabajo perfecto para una mujer porque se puede trabajar en casa y así pasar mucho tiempo con los hijos.
¿Qué es lo que menos te gusta de ser escritora?
Las fechas de entrega. Trabajo mejor cuando me puedo marcar mi propio ritmo. Es curioso, pero tengo la sensación de que trabajo más rápido.
¿Cuál es tu libro preferido de entre todos los que has escrito?
El último.
¿Y un título reciente de Harlequin de alguna otra autora?
Breaking the Silence, de Diane Chamberlain.
¿Cinco libros preferidos de cualquier época?
No podría mencionar sólo cinco.
¿Qué consejo le darías a alguien que quisiera empezar su carrera como escritor?
Que creyera en sí mismo y en lo que escribe. Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará. Y que jamás escriba por dinero.
El amor…
Describe la cena romántica ideal.
¿Existe eso? Yo creo que el amor siempre va antes que la comida.
¿Cuál es tu película de amor preferida?
Lady Halcón.
¿Y tú canción de amor?
Mad About the Boy de Dinah Washington.
¿Cómo mantienes vivo el amor en tu relación?
Si tienes que hacerte esa pregunta es que tienes la relación equivocada.
¿Cuál es el sitio más romántico en el que has estado?
Las Bermudas.
Todo sobre mí misma…
Además de escribir, ¿qué otro talento te gustaría tener?
Me considero muy afortunada de tener uno, dos sería demasiado.
Alguien a quien admires y por qué.
A mi marido. Él sabe por qué.
¿Tienes algún amuleto de la suerte o alguna superstición?
Amuletos, no, pero sí soy supersticiosa.
Cuéntanos alguno de tus placeres preferidos.
Un buen libro. Leer es mi pasatiempo preferido después de escribir.
¿Qué cualidad admiras más en un hombre?
Que tenga sentido del humor.
¿Hay alguna cosa que siempre hayas querido hacer y que no te hayas atrevido?
Montar bien a caballo.
Si no fueras escritora, ¿qué serías?
Me gusta pensar que tendría un trabajo que me gustara, pero no estoy segura de qué sería exactamente.