La vaga ambición –título que mereció el V Premio Ribera del Duero– propone la escritura como un método de resistencia y, a la vez, como una festiva elegía; Antonio Ortuño despoja de languidez a la autoficción literaria y la hace hervir de tragedia, ironía y vitalidad.
El protagonista de estos cuentos entretejidos –un escritor cuarentón, Arturo Murray– lucha y sobrevive entre la catástrofe familiar del pasado y un presente grotesco, construido con malas reseñas, entrevistas vacías, presentaciones a medio llenar, una cuenta bancaria en números cada vez más rojos…
Sin embargo, a lo largo de los seis cuentos de este libro, como un Falstaff armado con sarcasmo y honda convicción dramática, Murray invoca en su defensa un ejército de memorias heroicas, una mordacidad punzante y una profunda conmoción ante la pérdida. Y, por encima de todo, la sombra de una madre que se desvanece y su convicción kamikaze de escribir, escribir siempre y a cualquier coste.
El jurado, del que formaron parte los escritores Sara Mesa, Juan Bonilla y presidido por Almudena Grandes, valoró el gran dominio demostrado para desarrollar un tema común a todos los relatos, que es la naturaleza de la escritura, y la capacidad humorística que no va en detrimento de la emoción, logrando la hazaña de divertir y conmover al lector.
Sobre el autor
Antonio Ortuño nació en Zapopan, Jalisco (México), en 1976. Ha publicado tres libros de relatos, El jardín japonés (2007), La señora Rojo (2010) y la antología personal Agua corriente (2015). También las novelas El buscador de cabezas (2006), Recursos humanos (2007), Ánima (2011), La fila india (2013), Blackboy (2014, con el seudónimo ‘A. del Val’), Méjico (2015) y El rastro (2016). Fue ganador del Premio de la Fundación Cuatrogatos, de Miami, al mejor libro juvenil por El rastro (2017) y finalista del premio Herralde de novela (Barcelona, 2007) por Recursos humanos. La revista británica Granta lo eligió como el único mexicano en su selección de mejores escritores jóvenes en español (2010). La revista GQ lo premió como ‘Escritor del año’ en 2011. Ha sido traducido a diez idiomas.