El Sabueso de los Baskerville es una obra maestra del misterio y la narrativa policial, escrita por Arthur Conan Doyle en 1902. Este relato presenta a Sherlock Holmes y su leal compañero, el Dr. Watson, investigando la leyenda de un perro espectral que aterroriza a la familia Baskerville en los páramos de Devonshire. El estilo literario de Doyle se caracteriza por su prosa clara y envolvente, combinando elementos de terror gótico con intrigas detectivescas. Contextualmente, el libro se inscribe en la era victoriana, donde la ciencia y la superstición convivían, lo que permite a Doyle explorar temas como el racionalismo frente al misticismo en una atmósfera escalofriante que cuenta con descripciones vívidas del paisaje británico y un ambiente amenazante. Arthur Conan Doyle, médico de formación y escritor prolífico, fue influenciado por sus experiencias personales y culturales al crear El Sabueso de los Baskerville. Su interés por la criminología y el arte del deducción se refleja en la complejidad del argumento, así como su fascinación por el folclore británico que sirve como telón de fondo para el misterio. Doyle estaba también interesado en el espiritismo, lo que puede haber influido en la creación de un relato que explora el delicado equilibrio entre lo natural y lo sobrenatural. Recomiendo encarecidamente El Sabueso de los Baskerville tanto a los aficionados al género de misterio como a quienes buscan profundizar en la rica tradición literaria de su época. La obra no solo ofrece un intrincado rompecabezas a resolver, sino que también invita a una reflexión más profunda sobre la dualidad entre lo racional y lo místico, siendo un clásico perdurable que ha inspirado a múltiples adaptaciones y a generaciones de lectores.