La economía europea se halla bajo presión. El crecimiento se está desacelerando y los desafíos en materia de competitividad están aumentando, mientras las empresas de la UE hacen frente a las exigencias de la transición verde. El apoyo coordinado de los Gobiernos nacionales y las instituciones de la UE resultó fundamental tras la pandemia de COVID-19, pues ayudó a Europa a reforzar su resiliencia ante futuras perturbaciones y estimuló la inversión necesaria para transformar y modernizar la economía. Como resultado, se lograron avances en ámbitos como la digitalización, la eficiencia energética, la descarbonización y el refuerzo de las cadenas de suministro.
Sin embargo, el ritmo de esa transformación debe acelerarse, a pesar de que la inversión es cada vez más difícil de mantener. Para seguir siendo competitivos, la Unión Europea y sus Estados miembros deben mejorar la productividad, fomentar la innovación, subsanar la escasez de personal cualificado, desarrollar nuevas tecnologías y apoyar a las empresas jóvenes y dinámicas. El informe, que se basa en la Encuesta anual del Grupo BEI sobre inversión, proporciona información acerca de cómo las empresas de la UE están haciendo frente a estas presiones y si están adoptando las medidas necesarias para transformar sus negocios.
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Acerca del Banco Europeo de Inversiones
El Grupo del Banco Europeo de Inversiones es el banco de la UE y la mayor entidad prestamista multilateral del mundo. Financiamos inversiones sostenibles en pequeñas y medianas empresas, innovación, infraestructuras y proyectos en favor del clima y el medio ambiente. Llevamos seis décadas financiando el crecimiento económico de Europa y estamos en la primera línea de la respuesta de la UE ante las crisis, a la cabeza mundial en inversión climática y respaldando el desarrollo de la primera vacuna contra la COVID-19. Nos hemos comprometido a impulsar inversiones por valor de 1 billón de euros en sostenibilidad climática y medioambiental para combatir el cambio climático antes de que finalice esta década. Alrededor del 10 % del conjunto de nuestras inversiones se destina a países de fuera de la Unión Europea, en los que nuestra rama EIB Global presta apoyo a los vecinos de Europa y al desarrollo mundial.