Combinar divulgación con rigor nunca es tarea fácil en filosofía; la historia de la filosofía es materia harto inexpugnable, campo abonado a pedanterías e incluso academicismos. Pero es posible acercarlos partiendo de una auténtica experiencia filosófica que todos hayamos vivido ya, la del amor, la experiencia más cercana al abismo de la filosofía.
Eso a lo que llamamos ‘follar’ encierra profundidades metafísicas y existenciales abrumadoras y, sin embargo, no es una experiencia reservada a una elite de elegidos destinados a convertirse en catedráticos de estética, sino que es algo que todo el mundo ha experimentado y que, además, el pueblo ha reflexionado sin descanso en un sin fin de variaciones musicales, plasmadas en lo que llamamos canciones de amor. Hay que comenzar por los Chichos o por Conchita Piquer para que tenga sentido alguna vez entender a Hegel o a Schelling sin que ello se convierta en una estafa del narcisismo académico. Sin tomarse en serio a los Chunguitos o al Tijeritas, no hay ninguna posibilidad de lograrlo con Derrida o con Badiou. Para entender cosas tan serias, hace falta haber corrido el riesgo de haber hecho algo serio alguna vez. Y pocas cosas más serias que el amor.
Sobre el autor
Carlos Fernández Liria es profesor de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid. Entre sus últimos títulos publicados caben destacar ¿Qué fue la Segunda República? Nuestra historia explicada a los jóvenes (con Silvia Casado Arenas, 2019), Marx desde cero… para el mundo que viene (con Luis Alegre Zahonero, 2018), Escuela o barbarie. Entre el neoliberalismo salvaje y el delirio de la izquierda (con Olga García Fernández y Enrique Galindo Ferrández, 2017), En defensa del populismo (2015), ¿Para qué servimos los filósofos? (2012) y El orden de El Capital. Por qué seguir leyendo a Marx (Akal, 2010, con Luis Alegre Zahonero). En los años ochenta, fue guionista del programa La Bola de Cristal y, junto con Santigo Alba Rico, publicó los libros Dejar de Pensar y Volver a Pensar.