‘Cada ser humano, creado a la imagen de Dios, está dotado de una facultad semejante a la del Creador: la individualidad, la facultad de pensar y hacer. Los hombres en quienes se desarrolla esta facultad son los que llevan responsabilidades, los que dirigen empresas, los que influyen sobre el carácter. La obra de la verdadera educación consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jóvenes para que sean pensadores y no meros reflectores de los pensamientos de otros hombres’ (pág. 17).
Sobre el autor
Elena G. de White (1827-1915) es considerada la autora norteamericana más traducida. Sus obras han sido publicadas en 140 idiomas. Aunque su educación formal concluyó a los 9 años, escribió más de 100.000 páginas sobre una gran variedad de temas. Guiada por el Espíritu Santo, siempre exaltó a Jesús y señaló las Escrituras como el fundamento de su fe.