Germinal (1885), la decimotercera novela de la serie Rougon-Macquart que Émile Zola dedica al proletariado de la mina, narra la historia de Étienne Lantier, un maquinista en busca de trabajo, que llega a Montsou. El escritor describe, de una forma descarnada, el mundo sombrío y mísero de la mina, retratando a un grupo de personas que vive ahogado en condiciones infrahumanas y por cuyas venas el escritor hace correr el odio y el rencor, seres humanos que se extenúan trabajando en medio de una terrible frustración. Los sueños de juventud, la búsqueda del amor, todo choca contra la realidad siniestra de la mina, que se cobra vidas y apenas permite vivir a los que logran salir de su oscuro pozo. Pero cuando falta el pan, los mineros inician una huelga hace brotar en todos y cada uno lo mejor y lo peor del ser humano, y aunque su desenlace puede dar la sensación de fracaso, el título de la novela lo dice todo, y es que no se puede perder la esperanza completamente porque queda una semilla que algún día germinará. Ellos no han hecho más que sembrarla.
Sobre el autor
Émile Zola (1840-1902) publicó su primera obra, ‘Cuentos para Ninon’, en 1864, y en 1867 presentó ‘Thérèse Raquin’, su primera novela propiamente naturalista. Escribió una serie de veinte novelas entre 1871 y 1893 bajo el título genérico de ‘Les Rougon-Macquart’, por la que fue calificado de obsceno y criticado por exagerar la criminalidad y el comportamiento a menudo patológico de las clases más desfavorecidas. Algunos de los libros de la serie alcanzaron una gran popularidad, entre los que destacan ‘La taberna’ (1877), un estudio sobre el alcoholismo;’ Nana’, basada en la prostitución; ‘Germinal’ (1885), relato sobre las condiciones de vida de los mineros; y ‘La bestia humana’ (1890), donde analiza las tendencias homicidas. Entre sus obras posteriores, menos objetivas y más dogmáticas, destaca la serie ‘Las tres ciudades’ (1894-1898), que incluye Lourdes (1894), Roma (1896) y París (1898). El mejor de sus escritos críticos fue el ensayo ‘La novela experimental’ (1880). En enero de 1898 se vio envuelto en el caso Dreyfus, cuando escribió una carta abierta ‘J’acusse ‘ en el diario parisino L´Aurore. Murió en París en 1902.