La extraordinaria historia de un joven llamado Kadmiel, que tras comenzar la búsqueda del camino para cumplir sus sueños y encontrar su vocación, toma la radical decisión de emprender una aventura que cambiará su vida: Dejará su tierra natal y para abrirse paso en su nueva aventura, tendrá que cruzar el inclemente desierto. Luego, en su camino tendrá que enfrentar el escepticismo y la duda de varios de sus allegados, y sobreponerse a una diversidad de obstáculos.

Sucumbirá ante sus temores? ¿Se rendirá ante lo que su naturaleza le dicta? ¿Se sobrepondrá a las opiniones y prejuicios de los demás?

Nadie sabe lo que encontrará durante su travesía, ni si Kadmiel será capaz de superar los obstáculos del camino. No obstante, este joven aprenderá las sabias y profundas reflexiones de sus maestros, y durante su viaje hallará mucho más de lo que había llegado a imaginar.

Con esta historia tan extraordinaria y transformadora, el autor nos ilustra, paso a paso, una nueva manera de enfocar nuestra vida con un maravilloso fin en mente. Además, al meditar en la vida de este personaje, nos sentiremos profundamente movidos para perseguir nuestros sueños y encontrar nuestra verdadera vocación. Gracias a este relato no veneraremos más las cadenas limitantes que ponen límites de expresión a nuestro ser. ¡Somos más que una profesión o un oficio!

En palabras de Felipe Chavarro: ‘Cuando escribí El Aprendiz Que Descubrió El Gran Secreto, intentaba comprender la importancia que hay en los sueños y en una vocación definida. Además, intentaba explicarme la mejor manera de continuar persiguiéndolos sin desmayar. Por esta razón, en lugar de escribir un tratado ideológico lleno de conceptos e ideas, decidí retornar a mi niñez, y conversar con el niño curioso y soñador que un día había decidido enterrar. Para mi gran sorpresa, este niño me enseñó la óptica que precisaba para cumplir mis sueños, encontrar mi vocación y nunca claudicar.’

“Escucha al niño que habita en tu interior. Él conoce todo lo que necesitas para encontrar tu vocación. Tan solo ese niño que existe en tu alma, despliega con sencillez la naturaleza de Dios, pues es la semilla que procede del creador.”

A través de este relato, el autor nos enseña a:

1.Recuperar la aventura, la sencillez y las ganas de soñar en nuestras vidas.

2.Reconectar con nuestro niño interior.

3.Recuperar nuestra curiosidad y la imaginación necesarias para descubrir nuestra verdadera vocación.

4.Deshacernos del escepticismo y los prejuicios.