Mona, bufona, bruja, espía, mal espíritu o caníbal. Estos fueron algunos nombres que la población local utilizó para referirse a Heike Behrend durante sus investigaciones de campo en África Oriental. Con el tiempo, comprendió el significado de estos calificativos: eran formas que tenían los pueblos estudiados para referirse a lo extraño, a lo ajeno a la comunidad. En concreto, «mona» fue el nombre con el que se refirieron a ella los habitantes del pueblo Bartabwa, en Kenia, con el que convivió un tiempo.
Lejos de ser una palabra despectiva, con ella designaban a los niños, porque vienen de los simios y están en proceso de transformarse en hombres. Descubrir esto le permitió a la autora realizar un análisis desprejuiciado de los grupos humanos, explorando al mismo tiempo otra manera de conocerse a sí misma. Heike Behrend define su libro como un relato etnográfico, pero también como una «historia de enredos, más bien poco heroicos, y malentendidos culturales». Es, además, una historia que recoge las experiencias y palabras de la población estudiada, que forman parte no solo de un relato científico, sino también de la propia biografía de la autora.
Sobre el autor
Heike Behrend (Stralsund, 1947) estudió Etnología y Ciencias de la religión en Múnich, Viena y Berlín, y cine en la Academia de Cine y Televisión de Berlín. Fue docente en diferentes universidades de Alemania y Europa, realizó trabajos de campo etnográficos principalmente en África Oriental y estancias de investigación más breves por todo el continente africano. Es autora de diversos libros y directora de documentales etnográficos como Satanás crucificado. Una caza de brujas católica en el oeste de Uganda o María Akatsa, profetisa.