Joaquín Monegro, antagonista de Abel Sánchez, cuya voluntad envidiosa es tan fuerte, tan absoluta, que supera en significación las inclinaciones artísticas y egoístas de quien, con su nombre de pila, da título al libro. La novela de Abel Sánchez en realidad sirve para dar cuenta de la tragedia de Joaquín Monegro, médico honrado, trabajador y exitoso que ha hecho de la salud de su clientela la base de un hogar próspero. Sin embargo de esta prosperidad que asegura el ejercicio de la profesión, Monegro es incapaz de vivir serenamente y de albergar en sí una alegría profunda y constante a causa de la envidia que siente por su amigo, el famoso pintor Abel Sánchez. Tanto más cercana es la amistad de estos personajes, tanto más fuerte es el sentimiento de la envidia. Monegro envidia la mujer de Sánchez, envidia su talento artístico, el reconocimiento público que su obra le granjea, su disposición de ánimo, su modo de ser… Y Sánchez nada hace para atizar esta pasión. Se trata de un sentimiento intransitivo, intransferible, una enfermedad crónica e incurable, el lazo de parentesco que vincula fraternalmente a Monegro con su amigo. Joaquín Monegro es el Caín de este Abel inocente y despreocupado.
Sobre el autor
Miguel de Unamuno nació en Bilbao el 29 de septiembre de 1864. Entre 1880 y 1884 estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, época durante la cual leyó a T. Carlyle, Herber Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx. En 1891, después de varios intentos, ganó la cátedra de Lengua y Literatura Griega en la Universidad de Salamanca, donde también impartió Historia de la Lengua Castellana y fungió como rector.
Su formación fue la de un verdadero erudito.Tuvo una amplísima cultura antigua y moderna, filológica, literaria y filosófica. Cultivó con rigor, gracia y gran estilo la novela, el ensayo, la poesía, la dramaturgia y el periodismo. Y es considerado una de las personalidades más destacadas de la literatura española del siglo XX y principal exponente de la Generación del 98.
Siempre fue un hombre inquieto y rebelde, paradójico y contradictorio, ferozmente individualista, luchador contra todo, en guerra consigo mismo, acosado de dudas religiosas y existenciales, y en una continua tensión que no le permitió encontrar nunca la paz. Pero, sobre todo, fue un pensador de altos vuelos que llegó a formular ideas y teorías que fueron bien acogidas por el entorno filosófico de toda Europa.
Escribió obras de todo género, y entre ellas están: Del sentimiento trágico de la vida, La Tía Tula, Abel Sánchez, San Manuel Bueno, mártir,
Vida de don Quijote y Sancho, En torno al casticismo, Romancero del destierro, El cancionero póstumo, El Cristo de Velázquez.
Fue un gran partidario de la Segunda República Española, durante la cual fue diputado. Pero ante la llegada del franquismo, fue destituido de su