Prefacio de Martin Scorsese.
Se estima que en 1999 se produjeron alrededor de quinientos millones de horas de imágenes filmadas, el doble que una década antes. Si esa tasa de crecimiento se mantiene, en el 2025 se rodarán cien mil millones de horas. En 1895, la cifra estaba justo por encima de los cuarenta minutos, y en su mayor parte se conservan hoy. Actualmente, por cada filmación que se hace, millares desaparecen para siempre sin dejar rastro. Instituciones públicas y privadas luchan por salvar la herencia cinematográfica, dotadas de recursos muy insuficientes y sometidas a presiones crecientes del mundo de los negocios.
¿Pierden el tiempo? La muy temida y muy pregonada muerte del cine, ¿está ya teniendo lugar ante nuestros ojos? La tecnología digital, ¿es una solución al problema, o tan sólo una ilusión más promovida por la industria? En un ensayo desafiante, elaborado como un conjunto de aforismos y cartas, el autor, en un análisis apasionado, aborda estos problemas mediante una crítica de la preservación de películas y una denuncia contra los crímenes cometidos en su nombre, y propone un nuevo marco analítico para uno de los grandes fenómenos culturales de nuestro tiempo.
Sobre el autor
Es director del National Film and Sound Archive of Australia. Ha sido director del Motion Picture Department de la George Eastman House, profesor adjunto de Cinematografía en la Universidad de Rochester, director de la L. Jeffrey Selznick School of Film Preservation, creada en 1996, miembro adjunto del National Film Preservation Board y miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Archivos de Cine (FIAF). Es cofundador del Festival de Cine Mudo de Pordenone y de Domitor (sociedad para el estudio del cine de los primeros años). En Laertes ha publicado La muerte del cine.