«Rilke llama a pensar con el corazón». MAURICIO WIESENTHAL
A mediados de 1896, Rainer Maria Rilke anunció la inminente publicación de un volumen de relatos, un «libro de novelas cortas» que vería la luz «en breve». Pero la colección nunca llegó a publicarse. Verdad es que algunas de las obras anticipadas fueron incluidas en periódicos y revistas, pero la mayoría quedaron inéditas. La culpa, en parte, fue del propio autor, de su evolución estilística, que hizo que el poeta desarrollara hacia sus primeros trabajos una distancia cada vez más crítica, especialmente durante su etapa parisina. Sin embargo, sus temas, lo «único y siempre lo único» que tenía que decir, se encontraban ya en estos testimonios tempranos de su imaginación, en estos veintitrés relatos que vienen hoy a confirmar ambas cosas: el cambio y la continuidad de la obra de uno de los poetas ineludibles en la historia de la literatura universal.
Sobre el autor
(Praga, 1875-Montreux, 1926) está considerado uno de los más grandes escritores en lengua alemana. Sus obras fundamentales son las Elegías de Duino y Los sonetos a Orfeo. Entre sus trabajos en prosa destacan las Cartas a un joven poeta y Los cuadernos de Malte Laurids Brigge.