En las orillas del Sar fue el último libro de la poetisa y novelista gallega Rosalía de Castro. Publicado en 1884 y escrito íntegramente en lengua castellana, resultó ser una recopilación de poemas bastante incomprendida debido a su métrica poco convencional, alejada del estilo poético tradicional.
Rosalía introduce nuevas estructuras:
– versos de dieciséis
– y dieciocho sílabas
– y los enlaza en estrofas nunca antes usadas, lo que otorga a estas composiciones una musicalidad precursora del Modernismo.
Se trata de una composición lírica simple, con características del Romanticismo y del Modernismo en proporciones similares. Rosalía de Castro se muestra aquí, como dijo Azorín, como «precursora en la métrica y en la ideología».
En el poemario, la exploración del propio mundo interior y una visión pesimista de la vida, enmarcado todo en la naturaleza y en la realidad de Galicia, se expresan en una lírica de extraordinaria novedad en su momento. Todo ello, junto a la sensibilidad y la imaginación, sitúa a En las orillas del Sar en el camino hacia el Modernismo.
En conjunto, las composiciones profundizan en sus temas característicos: se insiste en las ideas del sufrimiento como eje de la existencia humana y en la de la muerte. Son poemas desesperanzados, con una imaginería religiosa poco convencional. Tristeza, soledad, cansancio, son palabras muy repetidas en este libro, y, junto a ello, el anhelo de Dios, que le provoca dudas.
Galicia también está presente en sus palabras. Sin embargo, su visión se torna turbia. Ve su belleza, pero la ve manchada y se lamenta por ya no poder apreciarla.
El último libro de Rosalía supone la culminación de su trayectoria poética; intimista, riguroso, subjetivo, formalmente arriesgado.
Sobre el autor
Rosalía de Castro (1837-1885). España.
Nació en Santiago de Compostela, hija de padres desconocidos. En su infancia demostró buenas actitudes para el arte.
Se casó con Manuel Martínez Murguía, erudito cronista gallego y tuvo seis hijos. Rosalía nunca disfrutó de una buena salud. Murió de cáncer a los cuarenta y ocho años en su casa de Padrón. Todos sus hijos habían muerto antes que ella.