La gran novela clásica sobre Enrique VIII y Ana Bolena
Año 1529. Enrique VIII ha hecho público su amor por Ana Bolena y quiere divorciarse de su esposa, Catalina de Aragón, a pesar de que son muchos los que se oponen a tal decisión. Cuando Mark Fytton, vecino de Windsor, muestra públicamente su rechazo a la relación del rey con Ana Bolena, Enrique ordena ahorcarlo. Sin embargo, antes de su ejecución, Fytton recibe en su celda la visita de un misterioso personaje que le ofrece salvar su vida a cambio de unirse a la banda de Herne el Cazador, que merodea por los bosques de Windsor y atemoriza a quienes se adentran en él. A partir de entonces, las vidas de los habitantes del castillo cambiarán para siempre.
Con una pluma elegante y una combinación perfecta de elementos históricos, juegos de seducción e intriga, Ainsworth nos descubre las luces y las sombras de la corte de Enrique VIII en una exquisita novela que ha sido comparada con las mejores obras de Lord Byron y Matthew Lewis.
‘Un clásico de la literatura inglesa que merece llegar a una nueva generación de lectores.’
The Guardian
‘Un vívido retrato de la corte de Enrique VIII.’
The Times
‘El castillo de Windsor es una de las novelas cumbres de la literatura gótica. Ainsworth no tiene nada que envidiar a Lewis, Maturin o Byron.’
Stephen Carver
‘Una de las obras más fascinantes de Ainsworth. El castillo de Windsor es un ejemplo excelente de su habilidad para combinar una narración vívida y apasionante con un escenario repleto de descripciones pintorescas y detalles históricos.’
S. M. Ellis
Sobre el autor
William Harrison Ainsworth (1805-1882) fue un popular escritor británico de novelas históricas, autor de cerca de cuarenta obras. Nacido en Mánchester, cursó estudios de Derecho, que ejerció brevemente antes de dedicarse enteramente a la literatura a partir de 1826, con la publicación de su primera novela.
Obtuvo su primer gran éxito con la novela Rockwood (1834), que narra las aventuras de Dick Turpin, un célebre bandolero del siglo XVIII. La obra llevó a muchos a considerar a Ainsworth como el sucesor de Walter Scott. La gran acogida de su siguiente obra, Jack Sheppard (1839), lo afianzó como uno de los mayores representantes de la llamada ‘escuela de Newgate’. El estilo tenía muchos detractores, entre ellos el escritor William M. Thackeray, por considerar que glorificaba la vida de los criminales que retrataba y, tras una airada polémica suscitada por un asesinato supuestamente inspirado por la novela de Ainsworth, este decidió abordar otras temáticas.
A partir de 1840, la obra de Ainsworth se centró en la novela histórica, entre las que destacan La torre de Londres, Old St. Paul's o El castillo de Windsor. Fue un autor de gran éxito durante su vida, siendo muchas de sus obras auténticos best sellers. Muchas de ellas iban acompañadas de dibujos de George Cruikshank, el célebre ilustrador de las novelas de Charles Dickens.
Ainsworth combinó su trabajo literario con la labor de editor, participando en numerosas publicaciones como autor, editor y director y fundando su propia Ainsworth's Magazine en 1842. A pesar de sus grandes esfuerzos, no alcanzó como editor cotas de éxito similares a las de su carrera de escritor.