La comida da forma a las ciudades y moldea el campo que las abastece. Podría decirse que alimentar ciudades tiene un impacto sobre nosotros y nuestro planeta mucho mayor que cualquier otra actividad humana. Sin embargo, pocos ciudadanos occidentales somos conscientes del proceso. La comida llega a nuestros platos como por arte de magia, y rara vez nos paramos a preguntarnos cómo ha llegado allí.
Pensando que, para una ciudad como Londres, todos los días se debe producir, importar, vender, cocinar, comer y eliminar nuevamente unos treinta millones de comidas, y que esto sucede a diario con cada ciudad del mundo, resulta sorprendente que quienes vivimos en los núcleos urbanos consigamos comer.
Ciudades hambrientas es un libro sobre cómo comen las ciudades, un estudio insólito y revolucionario que examina la forma en que la producción moderna de alimentos ha dañado el equilibrio de la existencia humana y revela un dilema centenario aún por resolver, que podría ser la clave para muchos problemas actuales como la obesidad, el inexorable aumento de los supermercados o la destrucción del mundo natural. Una llamada de advertencia sobre el desperdicio y la destrucción causada por los sistemas alimentarios actuales, y una guía para corregir sus errores.
A propos de l’auteur
Arquitecta, profesora y escritora, Steel investiga la vida interior de las ciudades y trata de desarrollar un enfoque del diseño urbano que tenga en cuenta las rutinas que dan forma a las ciudades y la manera en que las habitamos. Steel ha dirigido estudios de diseño en la London School of Economics, la London Metropolitan University y la Universidad de Cambridge. The Ecologist Magazine la presentó como ‘una de las diez mayores visionarias del siglo XXI’ del Reino Unido. Steel siempre había sentido interés por los edificios, pero no solo por su forma física. Quería saber cómo estaban habitados, por dónde entraba la comida, dónde estaban los caballos, qué pasaba con la basura… Le fascinaban las divisiones públicas y privadas dentro de los edificios, y la forma en que estas se entrelazaban sutilmente. Tras estudiar Arquitectura en Cambridge, comenzó a buscar formas de dar vida a la arquitectura y viceversa, lo que le llevó a Roma en la década de 1990, donde estudió los hábitos cotidianos de un vecindario local; y a la London School of Economics, donde fue directora de estudios del programa Ciudades, Arquitectura e Ingeniería. Allí conoció a arquitectos, políticos, economistas, desarrolladores, sociólogos, expertos en vivienda e ingenieros, que luchaban por encontrar un elemento común con el que hablar sobre las ciudades. Entonces, Steel tuvo la idea de utilizar la comida para este propósito. Su libro Ciudades hambrientas es el resultado.