Hace falta algo más poderoso que la esperanza o la barricada para transgredir la línea del relato. Hace falta del deseo por reunirse, por encontrar la cooficialidad de la neoperformance —una de cuerpo no dado, no representado, no captable—, para entender que todo el mundo repite ‘fuego’ pero nadie habla sobre el mismo fuego. El Estado de excepción que impones, el de las demandas que oculta el acudir a la mani de la mano, no escribir sobre lo escrito, no conceder pausa; en fin, bien me recuerda a aquella noche aceleracionista apilada en su contradicción de ser lo de siempre bajo la posibilidad de mostrarnos otras. [del prologo de Rodrigo García Marina]
A propos de l’auteur
Elizabeth Duval (Alcalá de Henares, Madrid, 2000). Vive a medio camino entre París y Madrid. Escritora y filósofa, escribe poesía, narrativa, teatro y ensayo y explora la intersección entre lo textual y lo audiovisual. Ha participado en antologías como Cuadernos de Medusa (Amor de Madre, 2018), Asalto a Oz (Dos Bigotes, 2019), De Chueca al Cielo (Ayuntamiento de Madrid, 2019) o Madrid (Dostoyevsky Wannabe, 2020). Ha trabajado como dramaturga, creadora e intérprete en Y el cuerpo se hace nombre (2018-2019) en el Teatro Pavón Kamikaze, y en Espacio DT con 14 variaciones: un amor que asesine el lenguaje (2019). Reina (Caballo de Troya, 2020) es su primera novela, un cuestionamiento de la autoficción desde la autoficción en sí misma. Excepción (Letraversal, 2020) es un poema largo sobre calles que arden.