La velada del helecho o El donativo del diablo se publicó en el Semanario Pintoresco Español, entre junio y julio de 1849. Está ambientada en la región de Gruyère, que hoy forma parte del cantón de Friburgo.
Gertrudis Gómez de Avellaneda reelabora una tradición folclórica de Suiza, país que ella nunca visitó. Dada la imposibilidad de tener acceso a la tradición oral viva, tan apreciada por los románticos, la autora lamenta en el párrafo inicial de La velada del helecho, no poder «conservarle toda la magia de su simplicidad», ni contarla «junto al fuego de la chimenea, en una fría y prolongada noche de diciembre», ni mucho menos de hacerlo apropiándose de «el tono, el gesto y las inflexiones de voz con que deben ser realzados en boca de los rústicos habitantes de aquellas montañas».
La velada del helecho es una novela corta dividida en siete partes. Esta leyenda se relata en una historia de amor contrariado e identidad ocultada, y se usa a modo de engaño para conseguir que se cumplan las condiciones necesarias para que se puedan casar los novios.
Los protagonistas de esta historia son Ida, hija del rico ganadero Juan Bautista Keller, y el huérfano Arnoldo Kessman, paje del conde de Montsalvens, que a causa de su pobreza no es aceptado como marido de Ida por el padre de la muchacha.
La fuente directa consultada por la autora podría ser el Dictionnaire géographique, statistique et historique du canton de Fribourg (1832) de Franz Kuenlin, donde encontramos una referencia a la costumbre de proteger el helecho. El núcleo de la leyenda es de un indudable origen folclórico ya que contiene elementos de amplia difusión en Europa, y la idea de que el helecho tiene poderes especiales en la noche de San Juan y protege contra Satanás.
Seguramente el hermano de doña Gertrudis escuchó o leyó en sus viajes la leyenda en torno a la cual se construyó La velada del helecho.
Sin embargo, la precisión, aunque no exenta de errores, de los datos geográficos e históricos seguramente se debe a las lecturas de la autora.
A propos de l’auteur
Gertrudis Gómez de Avellaneda (Camagüey, 1814-Madrid, 1873). Cuba.
Era hija de un oficial de la marina española y de una cubana. Escribió novelas y dramas y fue actriz. Estudió francés y leyó mucho, sobre todo autores españoles y franceses. Tras una corta estancia en Burdeos, vivió un año en La Coruña y después en Sevilla, donde conoció a Ignacio Cepeda, con quien tuvo un romance. Por esta época ejerció el periodismo y estrenó su primer drama. Su creciente prestigio literario le permitió establecer amistad con Espronceda y Zorrilla. Poco después se casó con Pedro Sabater, quien murió tres meses más tarde.
Tras un retiro conventual, la Avellaneda volvió a Madrid y, entre 1846 y 1858, estrenó al menos trece obras dramáticas. Hacia 1853 quiso entrar en la Academia Española, pero se le negó por ser mujer. En 1855 se casó con el coronel Domingo Verdugo, conocida figura política que en 1858 fue víctima de un atentado. Más tarde éste fue nombrado para un cargo oficial en Cuba. Entonces la Avellaneda dirigió en La Habana la revista Álbum cubano de lo bueno y de lo bello (1860).
Su marido murió en 1863 y ella se fue a los Estados Unidos. Estuvo en Londres y París y regresó a Madrid en 1864.
Durante los cuatro años siguientes vivió en Sevilla. Utilizó el seudónimo de La peregrina.