Esta muy temprana colección de artículos, de carácter misceláneo, editada en 1909 por la casa editorial londinense Methuen & Co. es ya, sin embargo, la tercera del gran escritor y mayor periodista inglés, G. K. Chesterton; pues con anterioridad había publicado The Defendant (1901) y All Things Considered (1908), que aparecerán también, próximamente, en esta misma editorial. Tremendous Trifles (Enormes minucias) recoge artículos aparecidos con anterioridad en el Daily News, donde Chesterton colaboró durante muchos años, y que están milagrosamente escritos sobre casi nada y sobre casi todo, del modo más chestertoniano. La única traducción española hasta el momento era la del escritor y editor Rafael Calleja, numerosas veces reeditada desde la segunda década del pasado siglo, pero un tanto incompleta. La que ahora presentamos aumentada, corregida y actualizada, a cargo de Vicente Corbi, restituye tres artículos (entre ellos el primero, que precisamente da el título al volumen) y una breve introducción del propio Chesterton que habían permanecido inéditos hasta el momento. Cuenta asimismo esta edición con un brillante prólogo del poeta Juan Lamillar. A. L.
A propos de l’auteur
Gilbert K. Chesterton (Londres, 1874-Beaconsfield, 1936), fue uno de los grandes escritores de la literatura inglesa. Chesterton destacó en todos los géneros literarios, en la novela, la poesía, el periodismo, la biografía, el libro de viajes; pero especialmente en el menos convencional y menos cerrado de todos, el ensayo. Sin duda el ensayo era el género que más convenía a su peculiarísima personalidad humana y artística. Porque Chesterton siempre fue polémico y polemista, es decir, un hombre curioso y apasionado para quien no había asunto que no pudiera o no debiera ser tema de discusión. Tal y como Chesterton afirmaba, ‘no hay cosas sin interés. Tan sólo personas incapaces de interesarse’. Este humor y peculiar visión de las cosas, hizo que fuera conocido como ‘el príncipe de las paradojas’.
Gilbert Keith Chesterton, nació en el seno de una familia de clase media. Sus padres, Arthur Chesterton y Marie Louise Grosjean tenían una agencia inmobiliaria y topográfica ubicada en la localidad de Kensington, si bien, su verdadera pasión era el arte y la literatura. Gilbert Keith nació en Campden Hill, Londres, el día 29 de mayo de 1874, tal y como el mismo relata en su autobiografía. Los padres de Chesterton no eran devotos creyentes, y ambos aceptaron bautizar a Gilbert por una mezcla de presión social y tradición familiar, ya que realmente se definían como ‘librepensadores’ al estilo de la época victoriana. El bautismo tuvo lugar en una pequeña iglesia anglicana llamada St. George.