Pocos relatos resumen con tanta perfección el mundo aventurero y salvaje de Jack London como Encender una hoguera. Escrito originalmente en 1902 para una revista dirigida al público juvenil, su autor lo pulió y modificó hasta ofrecer su versión definitiva en 1910. Esta historia de un hombre y un perro que avanzan al atardecer por un bosque nevado, a sesenta grados bajo cero, guarda muchos paralelismos con Colmillo Blanco y La llamada de la selva, las dos novelas más populares de London, en las que también hay paisajes invernales, fidelidad del perro hacia el hombre, soledad y muerte. Pero aquí, además, incorpora un matiz inquietante que en ocasiones se acerca al terror. Traducido espléndidamente por Catalina Martínez Muñoz, para ofrecer toda la tensión y el ritmo del original, Raúl Arias transmite con sus ilustraciones la angustia y la soledad de los protagonistas, la ominosa presencia de lo salvaje, el egoísmo humano ante el peligro de muerte y la bondad de un perro que sobresale entre la blancura de este libro invernal, que apetece leer al calor de la lumbre durante los días más fríos del año y al refugio del sol para refrescar los calores veraniegos.
A propos de l’auteur
Jack London
(San Francisco, 1876 – Glen Ellen, California 1916)
Fue el escritor norteamericano de mayor éxito en su época, autor de novelas como La llamada de la selva (1903) y Colmillo Blanco (1906). Muy joven se enroló en una goleta con rumbo a Japón y, posteriormente, viajó a Alaska en busca de oro, experiencias que se reflejan en muchos de sus libros. Su certificado de defunción asegura que murió de una dolencia renal, aunque durante años se creyó que London se había suicidado.