¿Qué tan seguido rezamos el Padre Nuestro por rutina?
Cuando los discÃpulos le pidieron a Jesús que les enseñara a rezar, él no únicamente les dio una oración para que la repitieran, él les dio una forma de cómo rezar. Usando las partes que contiene el Padre Nuestro como una lista, podemos poco a poco hacer el Padre Nuestro nuestra propia oración como una guÃa segura en nuestras devociones personales.
Esta propuesta trata a cada frase del Padre Nuestro tan generosa con iluminación y dirección para nosotros. Antes de rezar por lo que no tenemos, agradezcamos por lo que sà tenemos. Antes de rezar por bendiciones para nosotros, recemos para ser un medio de bendiciones para otras personas.
Al hacer el Padre Nuestro nuestra guÃa de oración personal, incluso podemos encontrar una perspectiva en la responsabilidad de âoren en todo momentoâ (1 Tesalonicenses 5, 17). Esta propuesta animará y permitirá que los creyentes âse acerquen a Diosâ (Santiago 4, 8), no sólo para el crecimiento de nuestra propia santidad, sino para nuestro testimonio en el mundo.
A propos de l’auteur
James L. Papandrea, MDiv, Ph D, is assistant professor of church history at Garrett-Evangelical Theological Seminary in Evanston, Illinois. He writes, lectures, conducts retreats, and leads days of recollection for people seeking to reenergize and reground their lives.