A medio camino entre la novela poética y el ensayo estético, ‘Almohada de hierba’, una de las menos conocidas obras de Natsume Sōseki, nos invita a un viaje interior a través de las reflexiones que sobre la filosofía, el arte, la belleza y la vida pone el autor en boca del protagonista de este singular relato, un pintor de treinta años que se abandona a la introspección durante su estancia en un aislado balneario, idílico lugar en el que se refugia buscando inspiración para sus cuadros. A las notas de humor, los deliberados arcaísmos lingüísticos, los poemas que salpican por doquier la narración, y al trasfondo de la herencia de una tradición literaria y filosófico-estética propiamente japonesa, se suman las constantes referencias a Occidente merced a la profusa alusión a relevantes figuras culturales de todos los ámbitos, recurso que contribuye a que este embriagador relato constituya no solo un intenso contraste entre ambas culturas, occidental y oriental, sino también una bella obra que mereció el apelativo de ‘novela-haiku’ con el que fue bautizada por su autor.
A propos de l’auteur
Natsume Sōseki (1867-1916) es, probablemente, el escritor japonés moderno más internacional y uno de los más valorados dentro y fuera de su país natal. Influenciado, por un lado, por la literatura china y japonesa, y por otro, por la occidental, hará de su defensa del individualismo uno de sus distintivos más relevantes.
Como hijo no deseado de una familia excesivamente numerosa, sufrió una difícil infancia que marcaría su carácter. Aunque poseía un don excepcional para la literatura china, terminó por especializarse en Lengua Inglesa, graduándose por la Universidad de Tokio en 1893, fecha en que ya había publicado algún ensayo y tras la cual comenzó su carrera docente. En 1895, inesperadamente, acepta un puesto como profesor en Matsuyama, una pequeña localidad de la isla de Shikoku. Poco después, en 1896, se traslada de nuevo a Kumamoto, en la isla de Kyūshū, continuando así su alejamiento del centro cultural de la capital. Y ese mismo año contrae matrimonio, aunque la relación no sería feliz. En 1900 Sōseki marcha a Inglaterra con una beca concedida por el Ministerio de Educación con el fin de perfeccionar su conocimiento de la lengua inglesa. Permanecerá en Londres durante poco más de dos años, sobreviviendo a duras penas con la exigua paga de la beca, claramente insuficiente. El período de su estancia en Inglaterra será uno de los más lóbregos en su vida, tanto por las penurias económicas, como, sobre todo, por el choque cultural, el cual haría que siempre mantuviera una crítica opinión sobre la cultura occidental. Poco después de su regreso a Japón es nombrado profesor en la Universidad de Tokio, cargo al que renunciará unos años más tarde para dedicarse por completo a escribir, viviendo exclusivamente de su producción literaria.
Fallecido en 1916 debido a una úlcera de estómago, Sōseki dejó un excepcional legado destacable por su aguda crítica social, la profunda caracterización psicológica de los personajes y la defensa del individualismo. Además de su extraordinaria obra poética, entre sus narraciones más reconocidas se cuentan las hilarantes ‘Botchan’ y ‘Yo, el gato’; sus dos trilogías, compuestas, por una parte, por ‘Sanshirō’, ‘Entonces’, y ‘La puerta’, y por otra, por ‘Hasta después del equinoccio’, ‘El caminante’, y ‘Kokoro’ (considerada su obra cumbre); la onírica ‘Diez noches de sueños’; su obra póstuma e inconclusa ‘Luz y oscuridad’; o su relato más poético, ‘Almohada de hierba’.