El síntoma más angustiante de la mayoría de los conflictos que ven el día en la actualidad es su carácter irreal. Tienen aún menos realidad que el conflicto entre griegos y troyanos. En el centro de la guerra de Troya había, al menos, una mujer que era, por cierto, la perfección de la belleza. Para nuestros contemporáneos el lugar de Helena lo ocupan palabras escritas con mayúscula. Si tomamos una de esas palabras, infladas a base de sangre y lágrimas, e intentamos estrujarla, la encontraremos vacía de contenido. Las palabras con contenido y con sentido no son mortíferas. Si en alguna rara ocasión, una de ellas se ve mezclada con alguna efusión de sangre, será más bien por accidente que por fatalidad, y se tratará entonces, por lo general, de una acción limitada y eficaz.
Table des matières
No empecemos otra vez la guerra de Troya
Meditaciones sobre economía
Para una apología del default
Meditaciones ante un cadáver
Meditación ante un cadáver
Progreso y producción
A propos de l’auteur
Simone Weil nació en 1909 en París, Francia. A los 19 años ingresa en la École Normale Superiore, con la calificación más alta, seguida por Simone de Beauvoir. Apasionada estudiosa del marxismo, logró conocer a León Trotsky, con quien pudo discutir ideas respecto de la situación rusa del momento, así como también sobre la doctrina marxista y el régimen de Stalin. En 1934, por decisión propia, pidió una licencia y se sumó a trabajar junto a los obreros como operaria en la fábrica Renault. Participó junto a grupos anarquistas en la Guerra Civil Española para pelear contra el régimen franquista y también intentó ingresar a Francia como combatiente. Poco tiempo después le diagnosticaron tuberculosis y, según las crónicas de la época, se negó a ingerir los alimentos prescriptos por su estado de salud. Murió el 24 de agosto de 1943. Toda su obra fue conocida en forma póstuma. Ediciones Godot publicó Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social en 2021.