En De mujer a mujer. Cartas desde el exilio a Gabriela Mistral (1942-1956) se han reunido treinta misivas escritas por Teresa Díez-Canedo, María Enciso, Maruja Mallo, Ana Maria Sagi, Francesca Prat i Barri, Margarita Nelken, Victoria Kent, Zenobia Camprubí, María Zambrano y María de Unamuno, protagonistas de la cultura española contemporánea que, al término de la Guerra Civil, se vieron obligadas a vivir en el destierro.
Las circunstancias personales que rodearon su comunicación epistolar con la poeta chilena, Premio Nobel de Literatura de 1945, resultan tan dispares como lo fueron ellas mismas. Lo que las pone en relación hasta convertirlas en una significativa gavilla de cartas es la sororidad que revela un contacto postal que estuvo presidido por el afecto, la amistad y la solidaridad, sentimientos que también se observan en las epístolas que Gabriela Mistral les remitió a María Zambrano y a Margarita Nelken que se ofrecen al final del volumen, donde se rescatan asimismo dos textos en recuerdo de la autora de Tala escritos por María Enciso y por Victoria Kent.
Table of Content
Francisca Montiel Rayo
UNA SORORIDAD EPISTOLAR:
CARTAS DE EXILIADAS REPUBLICANAS A GABRIELA MISTRAL
SOBRE ESTA EDICIÓN
DE MUJER A MUJER CARTAS DESDE EL EXILIO
A GABRIELA MISTRAL (1942-1956)
Teresa Díez-Canedo (1942-1955)
María Enciso (1943-1947)
Maruja Mallo (1943-1954)
Ana María Sagi (1946)
Francesca Prat i Barri (1946)
Margarita Nelken (1946-1949)
Victoria Kent (1950)
Zenobia Camprubí (1951-1953)
María Zambrano (1953)
María de Unamuno (1956)
Anexos
CARTAS DE GABRIELA MISTRAL
A María Zambrano (1940)
A Margarita Nelken (1946-1949)
SEMBLANZAS Y RECUERDOS
‘Gabriela Mistral’, de María Enciso
‘Gabriela Mistral’, de Victoria Kent
About the author
Gabriela Mistral nace en Vicuña (Chile) el 7 de abril de 1889. Su verdadero nombre es Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Era hija de un maestro de escuela y también se dedicó a la enseñanza. Sus primeros poemas aparecen en varias publicaciones literarias chilenas, aunque se da a conocer como poeta cuando su obra Sonetos de la muerte recibe el Premio Nacional de Poesía de Chile en 1914.
En 1922 se traslada a México para colaborar en la reforma educativa ideada por el escritor y político José Vasconcelos. Durante su estancia en este país, funda una escuela, colabora en la organización de bibliotecas públicas y escribe poemas para niños (Rondas de niños) y textos didácticos (Lecturas para mujeres).
En 1925 es nombrada secretaria por el Instituto de Cooperación Intelectual de la Sociedad de Naciones en Ginebra (Suiza) y en 1928 asiste al Congreso de la Federación Internacional Universitaria en Madrid en representación de Chile y Ecuador. Trabaja también en el Consejo Administrativo del Instituto Cinematográfico Educativo de la Liga de las Naciones en Roma.
Durante los años treinta reside en Estados Unidos, donde da clases en varias escuelas. En 1933 es nombrada cónsul de Chile en Madrid y en 1938 se publica Tala, libro de poemas dedicados a los niños víctimas de la guerra civil española.
Su trayectoria poética es reconocida en los años posteriores con la concesión de varios galardones: el Premio Nobel de Literatura (1945), el Premio Serra de las Américas de la Academy of American Franciscan History (1950) y el Premio Nacional de Literatura de Chile (1951).
En 1953 es nombrada cónsul en Nueva York y prosigue su carrera diplomática hasta su muerte en 1957. Dejó varias obras que fueron publicadas póstumamente.