Del grupo de notables que a mediados del siglo pasado tuvieron su hogar en la pequeña población de Concord, en Massachusetts, otorgándole con ello una fama literaria a la vez especial y duradera, Thoreau es el único nacido allí. Su vecino Emerson había buscado aquel sitio en su madurez como refugio rural y, después de haberlo convertido en el lugar elegido para su retiro, le siguieron Hawthorne, Alcott y otros; pero Thoreau, el genio más peculiar de todos ellos, era hijo de la tierra. En 1837, a los veinte años de edad, se graduó en Harvard, y durante tres años fue maestro de escuela en su pueblo natal. Luego se puso a trabajar en el negocio al que estaba dedicado su padre: la fabricación de lapiceros de grafito. Creía poder fabricar un lapicero mejor que cualquiera de los que se usaban en aquella época, pero cuando tuvo éxito y sus amigos lo felicitaron por haberse abierto la perspectiva de hacerse rico, él respondió que jamás fabricaría otro lapicero. ‘¿Para qué?’, dijo. ‘No quiero hacer de nuevo lo que ya he hecho una vez’. Albergaba una marcada antipatía hacia el tipo urbanita acomodado, y hablando de esta clase de personas señala: ‘Habitualmente realizan cada día una pequeña actividad con objeto de mantenerse y luego se reúnen en los salones a fabular lánguidamente y a chapotear en la sensiblería social, y se marchan sin reparos a la cama a revestirse de una nueva capa de pereza’. Las personas que él prefería eran de un tipo más primitivo, sin artificios, con el valor necesario para librarse de las ataduras de la moda y las costumbres heredadas. Le gustaba especialmente la compañía de aquéllos que vivían en estrecho contacto con la naturaleza. Un irlandés semisalvaje, un rudo granjero, un pescador o un cazador, le producían verdadero placer; y por ese motivo, Cape Cod lo atraía poderosamente. Constituía por entonces una porción sumamente aislada del estado, y sus habitantes eran precisamente del tipo de gente independiente, autónoma, que lo atraía. En la narración de sus excursiones por allí ocupa un lugar principal el elemento humano, y el autor se detiene larga y afectuosamente en las características de sus conocidos casuales, anotando todo comentario relevante por su parte. Sin duda ellos a su vez, también lo encontraban interesante, aunque los propósitos del viajero fueran en buena medida misteriosos para ellos y se inclinasen a pensar que se trataba de un buhonero.
About the author
Henry David Thoreau, escritor, filósofo y naturalista estadounidense. Nació el 12 de julio de 1817, en Concord (Massachussets), estudió en la Universidad de Harvard. Durante algunos años trabajó como profesor y tutor, tanto en Concord como en Staten Island (Nueva York). Entre 1841 y 1843 vivió en la casa del ensayista y filósofo transcendentalista Ralph Waldo Emerson. Dos años más tarde se trasladó a una cabaña a orillas del Walden Pond, un pequeño lago situado en las afueras de su ciudad natal. Su estancia en la cabaña se prolongó hasta 1847. Regresó de nuevo a la casa de Emerson, en la que vivió entre 1847 y 1848, y finalmente, en 1849 se trasladó a Concord, con sus padres y su hermana. Durante su estancia en la cabaña y, más tarde, en su ciudad natal, Thoreau se ganó la vida realizando variados y múltiples oficios, dedicando la mayor parte de su existencia al estudio de la naturaleza, a meditar acerca de problemas filosóficos, a leer a los clásicos de la literatura griega, latina e inglesa, y a conversar con sus vecinos. Durante su vida sólo pudo ver publicadas sus obras:
Una semana en los ríos Concord y Merrimack (1849) y
Walden, o la vida en los bosques (1854). Thoreau eligió ir a la cárcel, aunque sólo por una noche, en lugar de pagar los impuestos a un gobierno que admitía la esclavitud y estaba envuelto en una guerra con México. De ahí surge su ensayo más conocido,
Desobediencia civil (1849). En él, sentó las bases teóricas de la resistencia pasiva, un método de protesta que, más adelante, adoptarían Mahatma Gandhi o Martin Luther King. Entre sus libros de viajes destacan
Los bosques de Maine,
Cape Cod y
Un yanqui en Canadá. Thoreau murió en Concord el 6 de mayo de 1862.