Jazmín 1814
¿Se había convertido en novia por conveniencia?
Harriet no tenía el menor interés en atrapar a un marido rico, pero su tiendecita tenía tantas deudas que se sintió tentada a aceptar la proposición del guapísimo millonario italiano Marco Calvani. Si regresaba a Roma con él, Marco le prestaría el dinero necesario para saldar sus deudas. Y, si se casaban, se olvidaría de dicho préstamo.
Marco era muy persuasivo, por no hablar de su irresistible atractivo; así que Harriet accedió a ir a Roma. Y estaba dispuesta a seguir adelante con el matrimonio… pero solo si estaba basado en el amor y no en la conveniencia.
लेखक के बारे में
Lucy Gordon nació en Inglaterra, donde vive con su marido italiano. Siempre quiso ser escritora, y empezó trabajando en una revista británica para mujeres. Adquirió una amplia experiencia elaborando sus reportajes.
Ha entrevistado a algunos de los hombres más atractivos e interesantes del mundo, como Warren Beatty, Richard Chamberlain, Charlton Heston, sir Roger Moore o sir Alec Guiness.
Su vida de soltera, recorriendo el mundo y pasándoselo en grande, era tan agradable que dejó el matrimonio, incluso el amor, en un segundo plano. Pero, durante unas vacaciones en Venecia, conoció a un veneciano alto, moreno y apuesto que la hizo cambiar de idea en un abrir y cerrar de ojos y que le declaró su amor al segundo día. Tres meses después, estaban casados… y su matrimonio perdura. Sus amigas le dijeron que un flechazo tan fulminante no duraría, pero hace casi treinta años de eso.
Ahora Lucy asegura ser experta en una materia en particular: los italianos son los hombres más románticos del mundo. También son los mejores cocineros.
Tras trece años trabajando en la revista, Lucy decidió lanzarse a escribir su primera novela. Y poco después dejó su trabajo. Desde entonces, se ha volcado en escribir novelas románticas para Harlequin.
Hace algún tiempo, regresó a Venecia con su marido, donde estuvieron viviendo un par de años. Desde allí pudo explorar el resto de Italia, pues ha emplazado muchas de sus novelas en distintos puntos del país: Venecia (cómo no), Roma, Florencia, Milán, Sicilia, la Toscana. También ha utilizado el Rin, a su paso por Alemania, para situar La leyenda del Rin, por la que en 1991ganó su primer premio a la mejor novela romántica (RITA Award), concedido por la asociación Romance Writers of America. El segundo RITA llegó en 1998, con Un sueño imposible, que transcurre en Roma.
Finalmente, Lucy y su marido regresaron a Inglaterra, donde residen en la actualidad.
El trabajo
¿Qué es lo que más le gusta de ser escritora?
La oportunidad que me da de vivir muchas vidas diferentes.
¿Y lo que menos le gusta?
No se me ocurre nada. La tarea menos agradable es corregir galeradas porque, para entonces, ya estoy enfrascada en otro libro y me cuesta retrotraerme.
¿Tiene algún escenario o ubicación preferido para sus novelas? ¿Cuál y por qué lo prefiere?
Mi escenario favorito es Italia, en especial, Venecia, porque allí conocí a mi marido, que es veneciano. Aparte de Venecia, mi ciudad favorita es Roma.
De entre todas sus novelas, ¿cuál es su preferida?
Farelli’s Wife ( Un amor secreto, Julia 1056).
¿Cuáles son sus cinco obras favoritas de todos los tiempos?
Vanity Fair, de William Makepeace Thackeray; Friday’s Child, de Georgette Heyer; Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell; La mujer de piedra, de Ruth Rendell; y El topo, de John Le Carré.
¿Qué consejo le daría a un escritor en ciernes?
Que lea lo más posible.
El amor
Descríbanos la cena romántica por excelencia.
La que me prepara mi marido, que, además de ser un italiano romántico, es un chef maravilloso.
¿Cuál es su película romántica favorita?
El fantasma y la señora Muir.
¿Cuál es su canción o composición romántica favorita?
Me encanta This Guy’s in Love with You porque la orquesta la tocó para nosotros en nuestra boda.
¿Cuál es el detalle o regalo más romántico que ha recibido nunca?
Antes era periodista y, una vez, cuando hice un encargo que me obligó a pasar varios días fuera de casa, al volver, encontré a mi marido esperándome en la estación de tren. Sostenía tres rosas rojas en la mano, cada una con una pequeña nota. La primera decía «Te», la segunda, «quiero», y la tercera «mucho».
¿Cómo mantiene vivo el romanticismo en su relación?
A los dos nos encanta recordar los cumpleaños y los aniversarios: cualquier cosa con la que el otro se sienta especial.