Dulces mentiras
Como capitana de un barco de excursiones por la bahía de San Francisco, Pru era capaz de capear los peores temporales. Lo difícil era hacerlo en tierra firme. Estaba encantada con su nuevo apartamento y sus vecinos; el problema era que corría el riesgo de enamorarse de Don Perfecto Para Cualquiera Menos Para Ella.
El dueño del pub O'Riley's era un tipo sexy, trabajador, de más de metro ochenta, que siempre tenía tiempo para sus amigos. Al convertirse en uno de esos amigos, Pru descubrió la increíble sensación de ser la beneficiaria de las atenciones de aquellos ojos de color verde oscuro …
El hechizo de un beso Willa Davis estaba intentando poner orden entre unos cachorritos cuando Keane Winters entró en su guardería para mascotas. Necesitaba que cuidara de su gata ipso facto. Sin embargo, a Willa no le hizo ninguna gracia tener que echarle una mano a un tipo que ni siquiera se acordaba de ella…
Sobre Keane había recaído la responsabilidad de cuidar a la gata de su tía abuela, y estaba desesperado por encontrar quien pudiera hacerse cargo de ella. Pero, aunque estaba seguro de que no había visto nunca a la impresionante Willa, parecía que esta estaba enfadada con él…
Circa l’autore
Jill Shalvis escribe desde su casa cerca del Lago Tahoe. Vive con su marido (quien no puede estar tres minutos sin querer decirle algo), de sus tres niños pequeños (que tampoco pueden estar un minuto sin querer preguntarle algo, de un pollito que se hace pasar por un perro, de tres hamsters, de un millón de ardillas y de una araña que aparece de vez en cuando. Cuando no está escribiendo, está quitando nieve con la pala, esquiando o jugando con sus niños.