Doña Luz (1879) es la quinta novela del autor, publicada por primera vez en la Revista Contemporánea entre noviembre de 1878 y marzo de 1879. Aquí se relata la historia de una joven huérfana, hija de un marqués, cuya belleza y honestidad le ganan las simpatías de la gente y los corazones de diversos pretendientes.
Luz es educada por su padre, el marqués de Villafría, su madre —una mujer de dudosa procedencia— muere cuando ella tiene dos años. A pesar de pertenecer a la alta sociedad de Madrid, su padre y ella deciden mudarse a Andalucía.
Una vez instalados en Villafría, el marqués, que está arruinado, muere. Previo al deceso, deja a don Acisclo —administrador familiar— a cargo de Luz. Pasado el tiempo, la joven se convierte en una mujer educada y sin planes de matrimonio. Pero todo cambia cuando conoce al fraile dominico Enrique y al militar don Jaime Pimentel.
Como también ocurre en Pepita Jiménez, Valera vuelve a plantear el antagonismo entre amor humano y amor divino, pero esta vez, con un final trágico. En Doña Luz se muestra la imposibilidad de la armonía en el amor, entre la carne y el espíritu, y la única solución a este conflicto es aquí el platonismo místico.
Las novelas de Valera están protagonizadas por personajes femeninos, libres e independientes, con un amor apasionado y una firme decisión de conquista y poder sobre los hombres. En muchos casos, como pasa en Doña Luz, aspiran a un ideal y son víctimas de este deseo imposible.
Como en Pepita Jiménez, en Doña Luz y en El doble sacrificio, encontramos de nuevo el problema de la crisis sacerdotal, aunque en el caso del padre Enrique y Doña Luz, el autor se decidirá por una solución mística.
Circa l’autore
Juan Valera y Alcalá-Galiano (Cabra, Córdoba, 1824-Madrid, 1905). España.
Era hijo de José Valera y Viaña y de Dolores Alcalá-Galiano. Estudió Lengua y Filosofía en el seminario de Málaga entre 1837 y 1840 y en el colegio granadino de Sacromonte en 1841. Luego estudió Filosofía y Derecho en la Universidad de Granada. Su carrera diplomática empezó en Nápoles junto al embajador y poeta Ángel de Saavedra. Duque de Rivas. Viajó muchísimo por Europa y América y sus viajes y sus numerosas aventuras amorosas quedaron recogidos en su epistolario, publicado sin su consentimiento.
En 1858 Valera se estableció en Madrid, y ocupó diferentes puestos políticos: fue diputado por Archidona, oficial de la secretaría de estado, secretario del Congreso, subsecretario y ministro de Instrucción Pública con Amadeo de Saboya. En 1861 se casó en París con Dolores Delavat y un año después fue aceptado como miembro de la Real Academia Española. Valera fue embajador en Lisboa, Bruselas, Viena y Washington; en esta última ciudad mantuvo una relación amorosa con Katherine C. Bayard, hija del entonces secretario de estado americano, y esta acabó suicidándose. Durante los últimos años de su vida Valera mantuvo una conocida tertulia en su casa de Madrid a la que asistían Marcelino Menéndez y Pelayo y Ramón Pérez de Ayala.
Juan Valera colaboró y dirigió diversos periódicos y revistas, fundó El Cócora y El Contemporáneo y escribió en la Revista de Ambos Mundos, la Revista Peninsular, El Estado, La América, El Mundo Pintoresco, La Malva, La Esperanza, y El Pensamiento Español entre otras. Conocedor de los clásicos grecolatinos; hablaba, leía y escribía en francés, italiano, inglés y alemán.
La novela más famosa de Valera es Pepita Jiménez (1874), publicada por entregas en la Revista de España, traducida a diez lenguas en su época y que vendió más de 100.000 ejemplares.