En las situaciones de crisis de régimen, cuando las convicciones más sólidas se erosionan, es posible ver y pensar lo que de ordinario nos resulta invisible; no es de extrañar, pues, que sea entonces cuando la filosofía cobre un papel especialmente destacado. Son estos los momentos en los que es posible ver hasta qué punto hay grandes batallas (teóricas y políticas) que se libran en ese espacio misterioso –’el lugar de los poetas’– donde se ponen las palabras a las cosas.
La reflexión respecto al problema del poder que emana del nombrar ha cobrado en las últimas décadas la forma de una reflexión sobre el populismo o sobre los significantes vacíos. Sin embargo, este es ya el meollo de la Crítica del juicio de Kant; a partir de ahí, el problema ha ido ocupando de un modo creciente el corazón mismo de la historia de la filosofía: Schiller, todo el Romanticismo, Nietzsche, Freud e incluso los principales autores marxistas del siglo xx que, de un modo u otro, se vieron obligados a desplazar el centro de sus investigaciones hacia el terreno de la estética.
El lugar de los poetas pretende ser un recorrido crítico y ameno por ese hilo conductor que recorre secretamente la historia de la filosofía al menos desde la Ilustración y que, sin embargo, sólo aflora en situaciones excepcionales.
Circa l’autore
Luis Alegre Zahonero, investigador de la UCM, ha publicado, junto con Carlos Fernández Liria, los libros ‘Periodismo y crimen’ (2002), ‘Comprender Venezuela, pensar la democracia’ (2006). Colaboradores habituales de las revistas Logos, Viento Sur y Archipiélago, han publicado conjuntamente el artículo ‘La revolución educativa. El reto de la Universidad ante la sociedad del conocimiento’ (2004).