En busca del tiempo perdido no solo es una de las obras más innovadoras de la literatura universal, sino que además se ha convertido en la mejor novela sobre la percepción subjetiva del tiempo. Repleta de personajes inolvidables, escenas pictóricas y recuerdos prodigiosamente evocados, En busca del tiempo perdido es la fascinante crónica del ocaso de un mundo elegante que de forma inevitable debe dar paso a la modernidad del siglo XX.
Circa l’autore
Marcel Proust (Auteuil, París, 1871 – París, 1922) es uno de los nombres capitales para entender la evolución de la literatura a lo largo del último siglo. Hijo de una familia de la alta burguesía, ya desde su juventud frecuentó los ambientes que convertiría en escenarios de su obra. Muestra de ello y de su sensibilidad poética es el libro Los placeres y los días (1896). El asma que padecía con el tiempo fue agravándose y le llevó a recluirse durante años, y a volcarse en la literatura. Fruto de esta pasión es la monumental En busca del tiempo perdido, a cuya redacción dedicó casi media vida. Obra dividida en siete partes, Proust solo vio publicadas las cuatro primeras. También póstumamente apareció Jean Santeuil (1952), un libro de corte autobiográfico que entronca con En busca del tiempo perdido, así como el lúcido libro de crítica literaria Contra Sainte-Beuve (1954).