Escrito por uno de los autores más importantes de la historia, este tesoro de la literatura es un cuento imaginado para tiempos pasados y futuros.
Una noche de 1879, Mark Twain les cuenta a sus hijas una historia antes de dormir: John, un chico muy pobre se come una flor mágica y adquiere la habilidad de hablar con los animales. Con sus nuevos amigos, John se embarca en una peligrosa aventura para rescatar a un príncipe que ha sido raptado. ¿Qué pasa cuando el héroe se encuentra a la entrada de una cueva protegida por dragones?
De la historia original quedó sólo el esqueleto en forma de notas en el diario de Twain. Por eso, más de un siglo después, cuando éstas fueron descubiertas, se les encargó su reconstrucción a dos gigantes de la literatura infantil: Philip y Erin Stead. El resultado es un hermoso y original libro ilustrado que toca temas como la caridad, la bondad, la tiranía y la valentía.
Circa l’autore
Mark Twain (1835-1910), considerado como uno de los escritores más grandes de la literatura universal, nació en Florida, Missouri, con el nombre de Samuel Langhorne Clemens. Cuando era pequeño, se mudó con su familia a Hannibal, Missouri, a orillas del río Mississippi, un escenario que inspiró sus dos novelas más conocidas: Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn.
Philip C. Stead es estadounidense. Vive en Ann Arbor, Michigan, pero viaja constantemente a la ciudad de Nueva York. Es autor de Un día diferente para el señor Amos (publicado por Océano Travesía), el cual fue calificado como el mejor libro ilustrado de 2010 por el New York Times, y el mejor libro infantil del mismo año por Publishers Weekly. Además obtuvo el prestigioso Caldecott Medal.
Erin E. Stead es ilustradora de libros para niños. Antes de publicar su primer libro, Un día diferente para el señor Amos (publicado en Océano Travesía), por el que ganó La Caldecott Medal en 2011, fue asistente de dirección de arte en varias librerías de Nueva York.