Introducido por el amado autor cubano de ciencia ficción, Yoss, como una de las novelas fundacionales del género, el clásico de los años 1960 de Miguel Collazo El Viaje es una parábola de apertura mental del progreso social, profetas y masas reacias, y el viaje metafísico de la humanidad interior.
En el planeta Ambar, hace mucho tiempo colonizado por científicos que llegaron por nave espacial, los habitantes ya no viven en ciudades. Generación tras generación, los amilarios deambulan por el desierto, el valle y las ruinas mientras los misteriosos “símbolos” se ciernen en el cielo. Una vez que una nueva generación desarrolla la capacidad de transmitir imágenes, sentimientos y recuerdos a los demás, comienza a esperar y esperan una transformación que cambia la vida: El Viaje.
Lleno de intrincados árboles genealógicos, enormes flores de desierto y autómatas inteligentes, el mundo evocador de Miguel Collazo traza la creación de un civilización que se ha perdido y se reconstruye gradualmente en un paisaje desolado. Esta saga multigeneracional destaca lo que nos une como comunidad y las partes que la memoria, el afecto y la esperanza juegan en nuestra historia.
Uno de lo que Daína Chaviano, el gran autor cubano de ciencia ficción, llama el “hexágono de los libros cubanos de género de primer nivel, casi inimitables, ” The Journey es una lectura esencial para cualquier persona interesada en las raíces de la literatura cubana y la ciencia ficción.
Circa l’autore
Miguel Collazo Toledo was born in Havana, Cuba in 1936. A plastic artist and writer, he formed the group Los Cinco, and along with other artists exhibited at the Lex Gallery (1956) and the Biennial of Mexico. He worked as a textile artist at the Textilera Ariguanabo (1960-1962) and as an author of television scripts at CMQ and CMBF (1963). He was a contributor to Diario Libre, Cultura ‘64, Unión, and La Gaceta de Cuba. He was in charge of national galleries at the General Directorate of the National Council of Culture, where he also worked as a literary adviser in the National Directorate of Literature. In 1999, he took his own life, leaving a scant but important literary legacy, today followed by many.