La trama de Los baños de Argel se resume de este modo:
Unos piratas berberiscos capturan a unos cristianos. Los prisioneros son un sacristán, un anciano, sus dos nietos, la joven Costanza y su amado Fernando.
En la escena siguiente se cuenta la historia de la mora Zahara y don Lope, preso en los baños de Argel (así se llamaban las prisiones de dicha ciudad). Lope acepta un dinero para pagar su rescate y una carta de Zahara, en que ella le ofrece convertirse en cristiana si él escapa y se casa con ella en España.
Luego continúan las peripecias de los esclavos cristianos de Argel. El anciano asiste al martirio de uno de sus nietos por negar la ley musulmana.
Al final de la obra los prisioneros escapan y se marchan de regreso a España.
Los baños de Argel se inspira en la vida del propio Cervantes, quien fue apresado por piratas berberiscos y durante cinco años sufrió un duro cautiverio en Argel. Arriesgó su vida en varios intentos de evasión hasta que fue rescatado a los treinta y tres años.
Otras comedias de Miguel de Cervantes Saavedra muestran su imagen del mundo islámico y su vida en Argelia:
– La gran sultana doña Catalina de Oviedo,
– El trato de Argel,
– El gallardo español,
– y Los baños de Argel,
– también retoma este tema en El amante liberal, que narra una historia sentimental entre cristianos cautivos en Nicosia.
Circa l’autore
Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 1547-Madrid, 1616). España.
Miguel de Cervantes Saavedra nació a mediados de 1547, en Alcalá de Henares, como cuarto de los siete hijos del cirujano Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas. Después, entre 1551 y 1556, su familia se trasladaría, sucesivamente, a Valladolid, Córdoba, Sevilla y Madrid, donde llevarían siempre una vida modesta y no exenta de dificultades.
No se conocen referencias claras sobre la infancia y juventud de Cervantes, y tampoco sobre su formación. Es probable que estudiara en los colegios jesuitas de Córdoba y Sevilla, pero no en la universidad. Sí consta su contacto, a partir de 1566, con el catedrático de gramática y retórica Juan López de Hoyos, en Madrid, quien probablemente lo inició en el arte de la poesía y en la cultura renacentista y humanista de la época.
Hacia 1569, tras algún lance callejero o de honor en el que debió herir a un tal Antonio de Sigura, Miguel de Cervantes marchó a Roma con la intención, sobre todo, de eludir a la justicia. Allí entró al servicio del cardenal Giulio Acquaviva y, poco después, trabajó como soldado en el tercio de Miguel de Moncada.
Los motivos de este cambio de ocupación son, todavía hoy, un enigma.
Los azares bélicos llevaron a Cervantes a la batalla de Lepanto (1571), a bordo de la galera Marquesa, perteneciente a la escuadra mandada por Juan de Austria. En esta batalla fue herido en la mano izquierda, la cual le quedó inútil. Después, tras unos meses de recuperación en Mesina, volvió a participar en las campañas de Bizerta y Túnez.
En el prólogo de la segunda parte del Quijote, el mismo Cervantes refiere con orgullo su participación en la batalla de Lepanto, así como su herida y la compensación que obtuvo por su valor.